La primera senadora electa migrante de México en Estados Unidos, Karina Ruiz, dijo en entrevista con EFE que sus compatriotas en el exterior representan más que remesas para su país y prometió luchar para mejorar los servicios consulares.
Ruiz, una activista migratoria de 40 años radicada en Phoenix (Arizona), hará historia el próximo 1 de septiembre cuando jurará por el nuevo escaño de la Cámara Alta que busca dar “voz” a los mexicanos fuera de su país.
Para mí es un gran honor el poder representar a mi comunidad migrante en el Senado mexicano.
La migrante, que milita en el partido Morena, fue elegida en junio pasado por los mexicanos en su país y en el exterior, que también dieron la victoria a la oficialista Claudia Sheinbaum como la primera mujer presidenta de México.
Originaria de Tlanepantla (Estado de México), Ruiz se graduó en Bioquímica en la Universidad del Estado de Arizona (ASU) en Estados Unidos, país al que llegó con sus padres cuando tenía 12 años.
Ruiz, una beneficiaria del auxilio migratorio de Acción Diferida (DACA), para niños indocumentados que llegaron a EU con sus padres, ha dedicado gran parte de su vida a la lucha por los derechos de los inmigrantes en Arizona.
La mexicana, que en la última década ha sido la directora del grupo Arizona Dream Act Coalition, es la primera persona que vive en el extranjero que es elegida al Senado de México para un periodo de seis años.
“Quiero que a los migrantes no solo se nos vean como remesas, sino también se tomen en cuenta nuestras necesidades”, expresó.
Una queja común de los mexicanos en el extranjero, aseguró, es el servicio que ofrecen sus consulados, algo que es regulado precisamente por el Senado.
Yo vengo con el ánimo de trabajar muy de cerca con los consulados en el extranjero para mejorar los servicios a nuestros connacionales.
Expresó que otra de sus metas es seguir promoviendo el voto del mexicano en el exterior y evitar que se repitan problemas como los de junio pasado, cuando cientos de mexicanos no pudieron votar en Phoenix tras esperar horas bajo intensas temperaturas.
Ruiz además contó que experimentó en carne propia el sentimiento antiinmigrante de Arizona cuando era adolescente. A los 15 años ella y su familia llegaron de forma irregular a Estados Unidos.
El “sueño americano” se convirtió en una dolorosa realidad para Ruiz cuando siendo estudiante enfrentó la discriminación en Arizona, uno de los primeros estados en exigir prueba de ciudadanía para solicitar una licencia de conducir.
El estado también cuenta con una ley estatal que eliminó la educación bilingüe y solo recientemente se logró revocar una legislación que por años obligaba a los estudiantes indocumentados como Ruiz a pagar matrículas como estudiantes extranjeros en universidades estatales, que tienen precios más altos.
Sin embargo, en vez de “ocultarse en las sombras”, Ruiz decidió no quedarse callada, convirtiéndose en una reconocida activista.
La migrante fue una de muchos que lucharon contra la SB1070 de 2010, una ley conocida como “muéstrame tus papeles”, que otorgó el poder a los departamentos de policía el poder de cuestionar el estatus migratorio de las personas detenidas, incluyendo aquellas por simples infracciones de tráfico.
Esta ley fue un duro golpe para nuestra comunidad, y lamentablemente este noviembre tendremos una ley similar que afectará aun más a nuestra comunidad.
Se refirió así a una propuesta similar a una ley aprobada en Texas que permite a los policías detener y encarcelar inmigrantes indocumentados y que los votantes en Arizona decidirán en un plebiscito.
Ruiz dijo que pese a su nuevo cargo continuará asesorando a los jóvenes migrantes indocumentados, que como ella se acogieron al programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y les cambió la vida, gracias a que los protege de la deportación y les brinda un permiso de trabajo.
La mexicana contó por otro lado que en el pasado hubo varios intentos frustrados para que un migrante fuera electo al Senado mexicano.
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