Karlos Arguiñano es uno de los cocineros más mediáticos de España. Antes de que existiera MasterChef y de que las cadenas públicas y privadas se llenaran de programas, concursos y documentales sobre cocina, Arguiñano apostó hace tres décadas por un formato divulgativo, cercano y cargado de humor que se colaba en los hogares de todo el país. Algo que le ha permitido crecer y hacer crecer su patrimonio mediante libros, restaurantes, programas y, en los últimos años, con la inclusión de parte de su familia en sus mediáticos negocios.
Arguiñano, de 71 años, habló precisamente sobre su familia, su esposa, María Luisa Ameztoy, y sus hijos durante una visita la noche del jueves al programa de Antena 3 El Hormiguero. Su presentador, Pablo Motos, le daba la enhorabuena al cocinero por haber podido reunirse otra vez con su numerosa familia, 27 en concreto, como él aclaraba. “Que sois muy fértiles, y muy aficionados a ser fértiles”, bromeaba el presentador con Arguiñano. “Muy daos, muy daos, sí”, reía él.
“Ocho patos hubo en mi casa”, recordaba Arguiñano, en tono cordial pero ya más serio. “Los dos primeros se nos murieron, con siete meses se nos murieron los dos niños. Siete meses y nacieron muertos. Y mi mujer lloraba y lloraba, con razón, claro. Y yo animándola: ‘Tranquila, que tienes un pedazo marido, esto lo vamos a volver a intentar las veces que haga falta’. Y luego vinieron otros seis, y una que tengo adoptada, ya somos siete. Todos emparejaos, todos con hijos menos mi hija, que tiene pareja pero no tienen niños… y ahora me toca aprenderme los nombres”, acababa su relato, soltando una de sus clásicas carcajadas.
Algunos de los nombres de esos nietos sí que se los sabe, como confesaba a este diario la pasada Navidad. “Hay una Uxue, otros con nombres de ríos africanos, Kemen y Yua”. El motivo es que uno de sus hijos se casó con una mujer de Tanzania, por lo que los niños de ese matrimonio se apellidan Arguiñano Jackson: “¡A ver quién lo supera!”, reía entonces.
Arguiñano y Ameztoy, a la que cariñosamente llaman Luisi, se casaron en el año 1974, llevan juntos casi medio siglo y han tenido siete hijos: Eneko, Zigor, Karlos, Martín, Joseba y Amaia, además de María. Cinco de ellos han seguido la tradición paterna y se dedican el negocio familiar que los padres regentan en Zarautz, donde también está el plató en el que graba su programa diario. Llevan las riendas de todo el complejo del cocinero, KA. Allí comparten espacio una cafetería, así como un restaurante (que está en marcha desde 1979) y un hotel, que abrió hace ahora treinta años en un palacete de principios del siglo XX de 12 habitaciones y que tiene cuatro estrellas. Entonces, hace tres décadas, la familia se enfrentó a una importante deuda que casi les hace perder su negocio, como contó el chef hace un año.
Eneko es el mayor de los hijos del matrimonio y el maître del lugar; Zigor, el segundo, es el chef; y Martín, el cuarto, el jefe de la cafetería. Además, dos de los hijos Arguiñano Ameztoy siguen los pasos de su tía Eva, la hermana de Karlos, que durante años llevó la repostería del lugar: María, hija adoptiva de la pareja, que es ahora la encargada de este área; y Joseba. Él es, a sus 34 años, el más mediático de todos los hijos del matrimonio, puesto que ha participado y protagonizado sus propios programas de cocina en la televisión vasca y en la misma Atresmedia que acoge a su padre desde hace una década. Además de encargarse de la panadería y la bollería en el hotel-restaurante, Joseba tiene su propio negocio en la calle Mayor de Zarautz. Él mismo ha contado en algunas entrevistas que, después de graduarse en Cocina, la que más le influyó a la hora de decidir su profesión fue su tía Eva.
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