Kike Sarasola, el empresario que cedió sus hoteles durante la pandemia, ha anunciado que está enfermo de coronavirus a través de su cuenta de Instagram, en la que además hace un llamamiento para que los ciudadanos extremen las medidas de protección contra el virus. A sus 56 años es un próspero hotelero, presidente y fundador de Room Mate Group que tiene 25 hoteles operando y espera abrir 12 más en los próximos dos años, pasando de gestionar 1.800 habitaciones a 3.600. Todo este imperio surgió hace 15 años cuando charlando con su marido Carlos y su amigo Gorka soñaron cómo debía ser el hotel de sus sueños. Kike se pasaba por entonces 300 días al año fuera de casa. Con esfuerzo, poco a poco y buscando un inversor, nació Room Mate. El dinero que faltaba para poner en marcha esta empresa lo aportó Rosalía Mera, la primera esposa de Amancio Ortega, el dueño de Inditex. “Mandé nuestro proyecto a mucha gente y conseguí tomarme un café con ella un día que vino a Madrid. Le gustó y decidió apoyarnos”, recuerda Kike Sarasola, que ha heredado de su padre muchas cosas, entre ellas, su capacidad de convicción. Fallecida Rosalía Mera, su hija Sandra Ortega —la mujer más rica de España— mantiene una inversión del 30% en el grupo, que justo este jueves ha decidido sacar a la venta.
Una de las acciones que emprendió durante la pandemia fue mantener a 17 personas mayores, entre ellos un hombre de 95 años, alejadas del virus. Lo hizo con la ayuda de 35 trabajadores en el Room Mate Alicia. Es el único hotel de la cadena del empresario Kike Sarasola cedido a la Comunidad de Madrid para uso social. El objetivo de esta iniciativa era descongestionar las residencias, pero la tormenta política por los apartamentos de lujo donde pasa el estado de alarma la presidenta de la Comunidad de Madrid afectó a su labor. El dueño de Room Mate ofreció gratuitamente sus hoteles para albergar a pacientes leves por coronavirus desde el principio de la crisis y amplió esa oferta para atender la necesidad de encontrar alojamiento a los ancianos que vivían en residencias públicas de la Comunidad y no se habían contagiado. La presidenta de la región, Isabel Díaz Ayuso, agradeció en público esa colaboración, tanto en sus redes sociales como en entrevistas.
Díaz Ayuso disfrutó durante la pandemia de un precio exclusivo por “un paquete” de dos apartamentos de lujo con aparcamiento en una zona exclusiva en el centro de la capital. Ayuso abonó 2.400 euros al mes por usar durante dos meses dos apartamentos, unos 80 euros por día de estancia, un precio muy inferior al que hubiera desembolsado un cliente ordinario por ese alojamiento doble. El empresario lo explicó así: “Justo antes de declararse el estado de alarma, ella empezó a buscar una casa porque vive en un piso pequeño. El mío era perfecto y le hicimos un paquete. No entiendo este ensañamiento contra ella”, señaló el hotelero. “Ella necesitaba una serie de características, un aparcamiento, que se le hiciera limpieza, seguridad, un sitio donde trabajar… Un apartamento y le hemos prestado un salón de otro apartamento porque, por desgracia, tengo el hotel vacío”.
A los 18 años Sarasola le contó a su padre que era gay y a continuación lo hizo a todo el mundo. Fue el primer jinete olímpico en hacer pública su condición sexual, en un ambiente como el deporte donde no son habituales estas declaraciones. “Yo nunca he tenido ningún problema. Mi secreto es ser como soy y decirlo claro”, contaba en una entrevista a EL PAÍS hace dos años. Está casado y es padre de dos hijos nacidos por vientre de alquiler.
Source link