“Un periódico te cuenta cosas que no sabías y que a mí me resulta fascinante”, enfatiza Kiko Llaneras. Especialista en datos de EL PAÍS, ha bregado durante un año contra la dificultad de acceder a las cifras y de contar con un criterio homogéneo por parte de las Administraciones para su tratamiento. Su objetivo: informar de cómo avanza la crisis sanitaria cada semana a través de su newsletter.
Cuando el coronavirus empezó a llegar a España, hubo que transmitir la emergencia que se avecinaba. “Nuestros lectores querían ver las cifras por ellos mismos”, defiende. Así que se vieron en “la obligación de integrar los datos o la visualización de los datos con esos elementos mínimos de análisis que permitiesen que los lectores sacasen sus propias conclusiones, pero conociendo todas las trampas que hay alrededor de los números”.
El analista ha establecido, en cada artículo y análisis, un contrato con los lectores, una relación de confianza. “A veces estarán de acuerdo con lo que digo, otras veces no estarán de acuerdo; otras veces les gustará o no les gustará, pero si confían en que lo que les digo está hecho con mi mejor intención… Ese es el acuerdo perfecto”, sostiene.
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