Kiko Matamoros se ha convertido en uno de los fichajes estrella de Supervivientes. El colaborador de Sálvame inició su aventura en el reality más extremo de la televisión hace unas semanas. Si bien comenzó con fuerzas e ilusión este nuevo reto, lo cierto es que, con el paso de los días, el padre de Diego Matamoros ha sufrido algún que otro contratiempo que le está impidiendo estar al cien por cien. En las últimas horas no ha parado de vomitar y ha sido atacado fuertemente por los mosquitos. Tanto es así que, los servicios médicos han tenido que atenderle. «He vomitado el único coco que me comido, llevo todo el día con diarrea y tengo las manos y la cara deformadas por las picaduras (…) Estoy destrozado y harto de todo», expresó muy desanimado.
Debido a que la salud de Kiko está en sus horas más bajas, no pudo realizar la prueba de recompensa y es por eso por lo que reconoció a Lara Álvarez que estaba “jodido”. “Pero, bueno, animado y agradecido a los compañeros”, indicó. Pese a que en un primer momento se le pasó por la cabeza iniciar el protocolo de abandono, finalmente Kiko Matamoros dejó claro que quiere continuar hasta el final. «Tengo un amago de rotura en el cuádriceps, no quiero hacer un esfuerzo que me saque del concurso», explicó.
A estos achaques, se le suma el que echa de menos a su familia, en especial a su pareja, Marta Lozano, quien se ha convertido en su defensora en el plató. Durante la última conexión del programa, Kiko no dudó en mandarle un beso, para demostrar así que no deja de pensar en ella. De esta manera, los próximos días serán definitivos para el contertuliano porque se encuentra “al límite”.
Anabel Panotoja, muy débil
Quien tampoco atraviesa su mejor momento desde que saltara desde el famoso helicóptero es Anabel Pantoja. Durante la conexión con Ion Aramendi este domingo, la sobrina de Isabel Pantoja se sinceró. «Me da pena decírtelo, pero desde ayer no paro de vomitar y tengo muy mal cuerpo», dijo. «La regla ha llamado a mi puerta», añadió.
El hilo conductor del espacio no dudó en preguntar si ella piensa que esta situación puede ir a mejor. «Sí, espero que sí, es que ayer subí el tótem de cincuenta kilos y me dio un bajón en el cuerpo», confesó.»No pasa nada, esto es pan comido», indicó segundos después, demostrando así su fortaleza.
Esta es la segunda vez que la prima de Kiko Rivera se atreve a iniciar esta aventura. Hace ocho años formó parte de Supervivientes, sin embargo, no duró mucho en el programa. Esta vez, ha prometido que cerrará la famosa Palapa con Lara Álvarez ¿Lo conseguirá?