No corren buenos tiempos para Kiko Matamoros que, tras un verano difícil debido a sus problemas de salud, también tiene que lidiar con sus problemas personales. Pero dicen que ‘las penas con pan son menos’ y el colaborador se ha convertido en todo un ‘foodie’ que no duda en reservar mesa en cualquier restaurante de moda que se precie siempre en la mejor compañía. Y aunque en los últimos meses ha pasado por quirófano hasta en tres ocasiones, Kiko no renuncia a una buena comilona y más cuando se acumulan los disgustos. El distanciamiento con su hija Ana le está pasando factura, hasta el punto de que en su regreso a los platós el pasado domingo, no pudo reprimir las lágrimas al hablar de las razones por las que la relación padre e hija es, en estos momentos, inexistente.
Y aunque sus compañeros y amigos están siendo un buen apoyo para él, no hay nada como la familia para sentirse reconfortado. En esta ocasión son sus hijos más mediáticos, Diego y Laura, quienes se han volcado con él. Atrás quedaron ya las rencillas entre ellos y, recuperado el tiempo perdido, los dos han querido dejarle claro a su padre que puede contar con ellos tanto, especialmente ahora que no atraviesa un buen momento.
Qué mejor manera de estar con sus hijos que compartiendo mesa y mantel con ellos, incluyendo a sus respectivas parejas. Los seis disfrutaron anoche de una velada en familia, que la propia Laura se encargaba de mostrar a sus más de novecientos mil seguidores a través de sus stories. En los distintos videos se les ve sentados a la mesa degustando la suculenta cena, incluso se puede escuchar a Benji Aparicio, pareja de la influencer, proponiendo a Diego compartir sus platos. Una reunión «reparadora» para Kiko Matamoros, que horas después ha querido mostrar su agradecimiento a sus compañeros de mesa con un mensaje acompañando una foto entrañable en la que aparece abrazando a su hija: «Gracias a todos los que me ayudasteis anoche a sentirme mejor».
Las polémicas con su prole le han marcado su vida. Durante gran parte de su historia con Makoke el distanciamiento con los hijos nacidos en su primer matrimonio con Marian Flores fue el punto de partida para que Diego y Laura saltaran a la palestra. Un momento en el que se dieron a conocer los entresijos de la relación del tertuliano y su prole y que se achacaba a la influencia de su segunda mujer. Tras varios enfrentamientos entre ellos, y después de su separación de la malagueña, las aguas han vuelto a su cauce. Pero no con la más pequeña del clan. Precisamente su divorcio ha provocado que Matamoros y Ana no solo no se hablen, sino que además están en plena guerra donde Marta López también es una de las damnificadas.