La vida de Kiko Rivera ha dado un giro de 180 grados desde el pasado 20 de octubre del 2022. Fecha en la que volvió a nacer. El hijo de Isabel Pantoja sufrió un ictus, motivo por el que estuvo ingresado durante un tiempo y por el que tomó la importante determinación de cambiar de hábitos.
Esta misma mañana, desde bien temprano, Kiko ha compartido en su perfil de Instagram, donde reúne más de un millón de seguidores, un vídeo de tan solo unos segundos en los que aparece montado en una bicicleta estática a las 6:25 de la mañana. De esta manera, el cantante confirma que está siguiendo una rutina saludable después del revés que sufrió hace tan solo cinco meses. «Vamos al lío», ha dicho con gran entusiasmo. Desde que el artista estuvo ingresado por la mencionada dolencia se ha podido ver cómo ha perdido peso al seguir una dieta sana y equilibrada. Ahora, quiere seguir en esa línea mientras se encuentra volcado en su gran pasión, la música.
Tras lo ocurrido, Kiko Rivera estuvo alejando un tiempo de la televisión para evitar estar en primera plana mediática. Sin embargo, fue cazado en una actitud con la que se saltó sus propias reglas: comiendo una hamburguesa y fumando. Estilo de vida que había dejado de lado tras el ictus.
«Culpable»,dijo con el humor que tanto le caracteriza al hijo de la tonadillera cuando fue visto en esta actitud cuando creía que nadie le estaba viendo. «Ayer me comí una hamburguesa y me fumé un cigarro. No me lapidéis por ellos»,continuó diciendo ante la avalancha de comentarios, entre ellos recibió una lluvia de críticas.
Tras su problema de salud, que provocó la preocupación de su madre, tomó la decisión de llevar una vida alejada de los excesos y los malos hábitos. «Me he quitado unos kilos, he decidido tomarme la vida de forma más tranquila, no fumo, no bebo, no me drogo», aseguró en La Resistencia.
Kiko Rivera sufrió un ictus
Se le durmió la mitad del cuerpo, pero no pensó en ningún momento que podía estar sufriendo un ictus. Se metió en la cama y al día siguiente fue a urgencias donde le diagnosticaron una faringitis. Gracias a una serie de pruebas clínicas posteriores, los médicos determinaron que Kiko había sufrido un ictus.
«Hoy estoy más triste empiezo a asimilar lo que me ha ocurrido y aunque voy mejorando no puedo dejar de estar triste. Es cierto que he sentido el cariño de muchos , incluso de gente que no me esperaba por ellos un fuerte abrazo. He tenido y tengo mucho tiempo para pensar y mi vida ya no volverá a ser la misma y para darle un poco de humor (aunque sin muchas ganas) he vuelto a nacer y va y me toca la misma cara de siempre», fueron sus primeras palabras. Afortunadamente, todo quedó en un susto.