Kim Kardashian está de celebración. La estrella de la telerrealidad acaba de entrar a formar parte del selecto club de celebridades que han alcanzado los 200 millones de seguidores en Instagram, una cifra que solo unos pocos como Cristiano Ronaldo, Ariana Grande, Dwayne Johnson La Roca, Selena Gomez o su hermana pequeña, Kylie Jenner, tienen el privilegio de presumir. La empresaria ha visto crecer de manera exponencial su número de admiradores en esta red social en apenas dos meses, cuando pasó de 191 millones de seguidores que tenía en noviembre a 200.342.009, los que acumula en estos momentos.
Un aumento que coincide con que hace apenas dos semanas salió a la luz que la segunda de las hermanas Kardashian y el rapero Kanye West están preparando su divorcio después de siete años de matrimonio y cuatro hijos en común. A principios de enero varios medios estadounidenses daban por ciertos los rumores de separación entre la que durante los últimos años ha sido una de las parejas más famosos y poderosas de la industria del entretenimiento. Hace ya semanas que Kim, de 40 años, no lleva su anillo de casada mientras Kanye, de 43, permanece en su rancho de Wyoming donde ha pasado las vacaciones de Navidad en lugar de hacerlo con la familia Kardashian. La empresaria y el rapero se casaron en 2014 en una ceremonia en Italia y tienen cuatro hijos: North, de siete años, Saint, de cinco, Chicago, que acaba de cumplir tres y Psalm, de 19 meses. Ninguno de los dos se ha pronunciado todavía sobre la situación de manera oficial.
“Kim y Kanye no tuvieron más opción que vivir separados al final porque la comunicación entre ellos se había vuelto francamente tóxica. Entraron en la última parte de 2020 con las mejores intenciones y querían encontrar una manera de llevarse bien cuando pasaban tiempo juntos. Pero llegó al punto en que las disputas se convirtieron en desagradables explosiones y enfrentamientos, y como ninguno de los dos quería que los niños estuvieran expuestos a ese tipo de hostilidad, se mantuvieron al margen”, ha asegurado una fuente cercana a la todavía pareja a US Weekly.
Uno de los motivos de la separación podría ser los problemas de salud mental que sufre Kanye West y que se han agudizado en los últimos meses. Paralelamente, Kim Kardashian ha evolucionado en un intento de ser algo más que una estrella de reality. Desde hace tiempo gana mucho dinero como empresaria y se ha tomado en serio sus estudios de abogacía y su campaña de reforma penitenciaria.
Kim está trabajando con la famosa abogada de divorcios de celebridades Laura Wasser, quien ya le llevó la separación de Kris Humphries, en 2011, después de solo 72 días de matrimonio. Según algunos medios estadounidenses, la pareja firmó unas capitulaciones matrimoniales en marzo de 2014, dos meses antes de su unión en Florencia. Según este acuerdo en caso de divorcio, Kim Kardashian recibirá un millón de dólares por año de matrimonio con Kanye West con límite de 10 millones. También puede conservar todas las joyas y regalos que le haya dado su exmarido y ser la beneficiaria de un seguro de vida de 20 millones del rapero. Pero estas condiciones están ahora en entredicho ya que hace seis años no eran tan ricos como los son ahora. También queda pendiente resolver la custodia de sus cuatro hijos así como la propiedad que poseen en Calabasas, California.
West es el más rico de la pareja, pero gran parte de su patrimonio neto está vinculado a su empresa de ropa, sin liquidez. Otra pieza clave de la fortuna del rapero está en su marca de zapatos, que es conocida porque cada par de zapatillas cuesta más de 200 dólares. Forbes estimó en abril de 2020 que la marca tiene un valor de 1.260 millones de dólares. Kardashian puede tener menos fortuna que su esposo, sin embargo, cuenta con más liquidez y es menos dependiente de la tendencia de su marca. Si alguien ha sabido hacer de la fama un verdadero negocio esa ha sido la popular estrella de la telerrealidad que, a sus 40 años, tiene una fortuna estimada de unos 663 millones de euros gracias al programa televisivo familiar, a sus aplicaciones móviles, a sus publicaciones en Instagram y a sus líneas de cosmética, perfumes y la más reciente y tan exitosa como polémica de ropa interior.
Parte de esta fama llega a Kardashian también a través de las redes sociales, donde cada una de sus publicaciones acumulan millones de me gusta y comentarios. Mientras toda la prensa social ha hablado estos días de su inminente divorcio, ella se ha centrado en seguir alimentando su Instagram al más puro estilo Kardashian: con sugerentes posados promocionando sus diferentes colecciones de ropa además de su nuevo perfume, KKW Fragance. “200 millones. Muchas gracias por vuestro amor”, ha escrito la empresaria junto a una serie de fotografías donde ella es la única protagonista.
La coronación de Kim Kardashian, de nuevo, como una de las reinas de Instagram coincide también con la publicación esta semana en Estados Unidos de la biografía no autorizada de la matriarca del clan más famoso en el mundo de la telerrealidad, Kris Jenner. Bajo el título Dirty Sexy Money, el libro escrito por los galardonados periodistas de investigación Cathy Griffin y Dylan Howard, cuenta cómo Kris Jenner, una joven de San Diego, construyó un imperio internacional que la ha llevado a ser una de las mujeres más importantes de Hollywood. Retratada como una mujer inteligente, férrea, ambiciosa y capaz de dirigir con mano dura los pasos de su dinastía, en el libro se deja entrever que Kris Jenner podría haber estado a la sombra, una vez más, de la decisión de Kim Kardashian respecto a su matrimonio.