El máximo goleador del Barcelona en LaLiga no es Messi (tres). Tampoco Griezmann (dos). El mejor artillero azulgrana es Ansu Fati, con cuatro dianas. “Estoy preocupado por el rendimiento arriba. No es un tema de actitud y concentración, pero sí hay que ser más efectivo frente a la portería”, se había quejado Ronald Koeman, antes de los cinco goles de sus muchachos contra el Betis en el duelo previo al parón por las selecciones. El problema para el técnico holandés es que Fati estará cuatro meses de baja, mientras que Griezmann no termina de encontrar su posición en el campo y Messi su lugar en el club. En la víspera del duelo ante el Atlético, Koeman suma un nuevo inconveniente en ataque: el cansancio en una temporada ya de por sí apretada. El 10, que descansó en el primer tiempo ante el Betis, completó los dos partidos de la selección argentina en las eliminatorias sudamericanas, mientras que el 7 disputó 213 minutos en tres partidos (un amistoso y dos duelos de la Liga de las Naciones).
Sin Ansu Fati y con Messi y Griezmann entre la angustia y el cansancio, en el Barça ven llegado el momento para Philippe Coutinho y Ousmane Dembélé, nada menos que en el Metropolitano y ante un adversario de cuidado como el Atlético.
Coutinho no viajó a jugar con su selección. El brasileño se lesionó en el bíceps femoral del muslo izquierdo en la derrota ante el Real Madrid en octubre y no forzó para viajar a Brasil y así completar su recuperación en Barcelona. El miércoles, el exjugador del Bayern realizó todo el entrenamiento. Y Koeman respira. “Está encantado con Coutinho, con Pedri y, por supuesto, Leo, son los jugadores que más le gustan”, subrayan en la Ciudad Deportiva azulgrana. “Son tres futbolistas que cuando se encuentran se generan esas sociedades de las que hablaba Menotti”, añade la misma fuente. Antes de la lesión, el brasileño había jugado seis partidos: dos goles y dos asistencias.
Máximo rendimiento
“Coutinho tiene muchísima calidad, es un jugador fantástico. Ha aprendido mucho en Inglaterra, también en el Bayern. Se le ve con más confianza. Pero la clave de todo, que nadie se equivoque, es la calidad del jugador”, analizaba recientemente Koeman. Sin Ansu Fati, el carioca puede colocarse en la posición de extremo izquierdo en la que destacó en el Liverpool o en el callejón del 10, demarcación en la que también se siente cómodo, como ya ha demostrado con Koeman en el banquillo. “Mi función como entrenador también es esta, poner a los jugadores en su sitio y sacar su máximo rendimiento. Todo empieza por ahí”, ha insistido el entrenador holandés.
Hay otro azulgrana que oposita para ganarse un lugar en el once: Dembélé. “Nunca lo había visto entrenar así. Está muy fuerte y parece que con ganas”, se sorprende un compañero de vestuario. El francés hace tiempo que salta de mala en mala racha, sin hueco para potenciar su juego. “La situación de Ousmane es diferente de la de Philippe. No es un jugador asociativo, no se va a encontrar con Leo y Pedri o Griezmann. Con Dembélé no se interactúa, actúa él. Después de las lesiones ha cambiado el físico. Está igual de rápido, pero más fuerte”, explican en Sant Joan Despí. “Está haciendo bien los ejercicios de calentamiento y ya perdió el miedo a volver a resentirse de las lesiones”, aseguran en el entorno del extremo francés. Coutinho y Dembélé son una moneda en el aire para Koeman. Por distintas razones, los dos fichajes más caros de la historia del club (160 y 145 millones respectivamente) nunca terminaron de arrancar. Koeman, en cualquier caso, se frota las manos. Nuevo tren en el Barça para Coutinho y Dembélé.
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