Anda el Barcelona peleado con el fútbol y el gol, desbravado en la Liga y noqueado en la Champions por el Bayern y el Benfica. Resultados y juego que ponen en tela de juicio a Ronald Koeman, que podría ser destituido en caso de caer también en campo del Atlético (este sábado a las 21.00 horas. Movistar). “Me acordaba de Van Gaal al entrar…”, apuntó el preparador azulgrana al pisar la sala de prensa, sin preguntas de por medio; “buenos días de mis amigos de la prensa. ¡Qué bueno ese!”. Sucede que Van Gaal lo dijo para comunicar que se iba. “Yo me quedo todavía, sí”, matizó Koeman, que pasó pronto de la sonrisa a torcer el gesto por la reiteración de las preguntas alrededor de su futuro hasta el punto de que se negó a responder cómo era su relación con el presidente Joan Laporta. Tiempos complicados para Koeman. “Sinceramente, podría estar mejor”, admitió.
Precisamente, Laporta acudió este viernes por la mañana a la Ciudad Deportiva. “Me he enterado de que el presi ha estado, pero no lo he visto porque estaba preparando partido”, resolvió Koeman, consciente de su precaria situación y evidenciando el distanciamiento entre el preparador y el mandamás azulgrana. “El club no me ha dicho nada sobre mi futuro. Sigo igual, pero tengo orejas, ojos y ya sé que se filtran muchas cosas… Seguramente es algo que es verdad”, amplió Koeman. Situación a la que se rebela el técnico porque entiende que no le han dado lo suficiente para llevar al equipo por el buen camino. “Estoy aquí por amor al club. Vine en una situación más complicada y ahora parece que lo es más que el primer día”, asumió. Y reivindicó: “Estoy harto de defenderme a mí mismo. La gente que sabe, puede analizar la situación del equipo y del club. Hemos hecho cosas importantes y hemos asumido cambios por parte del club [en referencia a las bajas de Messi, Griezmann…]. Alguno pensará que es una falta de respeto, otros que hay que tener tiempo…”.
Reclama tiempo Koeman porque todavía tiene bajas importantes en la enfermería como Dembélé y el Kun Agüero, ahora que Ansu empieza a rodar tras 10 meses lesionado. “A esta plantilla le falta equilibrio ahora porque hay pocos atacantes. Ansu está en camino de volver… Nos limita no tener uno contra uno, no tener velocidad. También nos falta efectividad”, subrayó. Y amplió: “Siempre hablamos del sistema, pero no es eso, sino que el entrenador se debe adaptar al tipo de jugadores que tiene. Sin extremos y sin uno contra uno, sin jugadores para dominar… Pienso que si recuperamos a todos, tendremos una plantilla fuerte. Pero ahora, es vivir con lo que hay”. Y lo que hay siempre será peor que antes. Koeman lo aclaró de forma lacónica: “Si yo tengo bolsa de dinero, tengo a Messi todavía aquí”. Por eso, cuando le cuestionaron cuál ha sido su mejor y peor momento en el club, replicó: “Parece que ya estoy fuera… Bueno, el mejor fue la firma como entrenador; el peor, la marcha de Leo”.
Agarrado a los jóvenes -“piden terreno y se merecen tener estas oportunidades”, sentenció-, sin el equipo que quiere y sin los jugadores que pretendía, Koeman se la juega ante el Atlético. “Son dos estilos distintos. Ellos son los campeones del año pasado por su juego. Es muy competitivo y es difícil crearles ocasiones. Para cerrar espacios y defender en su área es un gran equipo. Deberemos intentar estar bien con el último pase. Pero creo que cada partido hemos tenido oportunidades. Seguramente no tendremos más. Pero si tenemos tres o cuatro hay que marcar”, resolvió. Y apostilló: “Hay que seguir con el plan. Pero ya sé que mi futuro depende de los resultados, es algo normal en este mundo”. Match ball en contra para Koeman.
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