“Sé que tengo que contestar sobre mi continuidad antes de cada partido”, subrayó Ronald Koeman. No parecía estar ni enfadado ni tampoco alegre. Pero, por las dudas, aclaró: “No, fuera de bromas. No hace falta que el presi diga esto cada semana”. Cuando el presidente del Barcelona, Joan Laporta, llegó al Camp Nou, para el encuentro con los socios con tal de explicar el proyecto de financiación del Espai Barça antes de la Asamblea de Compromisarios, le cuestionaron por el futuro de Koeman tras el clásico de este domingo en el Camp Nou (16:15 horas, Movistar LaLiga). “¿Sigue Ronald pase lo que pase contra el Madrid?”, le preguntaron. “Sí, sí”, respondió el líder de la directiva azulgrana. Koeman, unos minutos más tarde en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva, le agradeció la confianza. “Las cosas están claras. Me siento respaldado, pero sé que todo depende de los resultados”, expuso el preparador del Barça.
Desde que Laporta tomó el poder en el Barcelona, la seguridad de Koeman en el banquillo se mueve al ritmo de las emociones del presidente. Por momentos, el neerlandés está fuerte en su cargo; en otros, en cambio, parece que está a punto de dejar el Camp Nou. En la previa del duelo frente al Atlético, la conversación entre Laporta y Koeman fortaleció su relación. La actitud del entrenador, cuentan en el Barcelona, convenció al mandamás azulgrana. Esta semana, Laporta se dejó ver junto a Rafa Yuste, vicepresidente deportivo, y Mateu Alemany, director de fútbol, sonrientes con Koeman en la Ciudad Deportiva. “Más presión no puedo tener. Soy el entrenador del Barça y sé la importancia que tiene el partido contra el Madrid. He perdido y he ganado clásicos como jugador. Este será mi primero como entrenador con público. Lo hace diferente”, sostuvo el neerlandés.
Tras el parón de selecciones, el Barcelona ganó sus dos partidos en el Camp Nou. El conjunto azulgrana respira en la Champions, tras la victoria ante el Dinamo, y suma 15 puntos en la Liga por los 17 del Real Madrid. “Mi imagen no depende de un partido. Es cierto que tuvimos una semana importante en casa y hay que estar preparados”, dijo Koeman. Y añadió: “No siento que sea un examen, pero ganar nos daría mucha confianza, sobre todo por todos los cambios que estamos haciendo y por los jóvenes que están entrando”.
Con Messi y Sergio Ramos en París, los focos del clásico apuntan, justamente, a dos jóvenes promesas de la Liga: Ansu Fati (18 años) y Vinicius (21). “Son dos jugadores que están demostrando mucho. Van por el buen camino. Hay que dejar tranquilo a Ansu. Se tiene que recuperar y tener el físico y el ritmo que necesita cada jugador. Y no hay que pensar que es solo Ansu. Es parte del equipo”, aseguró Koeman, que podrá contar con Jordi Alba después de que el lateral terminara con molestias el último partido ante el Dinamo.
“Hay que jugar sin miedo. Tenemos que demostrar que podemos ganar y salir con esas ganas desde el inicio”, insistió el técnico azulgrana. Aunque acostumbra a estar pendiente de lo que pasa en el entorno, Koeman apuesta por la seguridad. “No sé si la gente tiene desconfianza. Nosotros, no”, dijo. Y ahora, ya lejos de quejarse de la confección de la plantilla, apuesta por sus muchachos. “Sabemos qué podemos hacer y queremos demostrarlo. Queremos demostrar una vez más que tenemos un buen equipo”, concluyó el preparador del Barcelona.
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