Al Barça le cuesta horrores encadenar tres partidos buenos, fútbol desbravado que no le alcanzó ni para ganar la Supercopa, caído ante el Athletic (2-3). Y es que en el ecuador de la temporada, el equipo de Koeman ya deshoja la margarita de los títulos, pues difícilmente dirá la suya en la Champions como probablemente tampoco lo hará en LaLiga, ya a 10 puntos de un Atlético que contabiliza un encuentro menos. Ronald Koeman, sin embargo, sigue inmune al desaliento. “Vamos a jugar ocho partidos seguidos fuera de casa. Es brutal, una locura. Y quitando el resultado ante el Athletic y el empate contra la Real, lo demás lo hemos ganado y hemos demostrado ser un equipo mentalmente fuerte”, resolvió el entrenador azulgrana, que ya apunta al Elche (este domingo a las 16.15. Movistar).
No es el rival más temido, toda vez que no gana desde el 23 de octubre. “No hay contrarios fáciles y hemos sufrido un calendario apretado, con tres encuentros seguidos con prórroga, viajes… Es normal que el equipo esté cansado, por lo que tendré que poner un once con chispa y con mentalidad fuerte para ganar”, razonó Koeman, preocupado por el desgaste físico de los suyos.
“Esperemos tener la suerte de no sufrir más lesiones”, convino; “pero parece que Sergi Roberto estará pronto con nosotros, ahora que ya ha empezado a entrenarse con el grupo. También Dest, que veremos si juega de principio ante el Elche o sale desde el banquillo. Pero el equipo necesita frescura”. También mejorar su puntería tal y como reconoció Koeman al acabar el duelo ante el Cornellà (Segunda B), molesto por errar dos penaltis. “Hemos tirado 12 penaltis y hemos fallado 7. Es mucho, demasiado. Se puede mejorar y también se puede entrenar. Además, ahora no hay público y no hay presión… Hay que hacer algo con esta cifra. No se puede aceptar”, lamentó. Por eso, este domingo señalará a dos jugadores encargados de chutar desde los 11 metros si se da el caso. “Luego, nuestro capitán es el que toma la decisión”, apuntó.
No son raras las críticas de Koeman, técnico sin pelos en la lengua. “Yo no voy a mentir. Opino lo que veo. Y creo que la actitud del equipo ante el Cornellà fue un 10. Pero son jugadores del Barça y hay que exigirles. Aunque la crítica la hago con respeto. No voy a romper a nadie y ayudo en todo a mis jugadores. Pero si hay un partido ante el Cornellà y después de 90 minutos, con todos los respetos, viendo lo que hemos fallado y digo que el equipo ha estado bien… Buff. Yo no digo eso”, resolvió el preparador, que no dejó pasar la oportunidad para reclamar fichajes y que dejó en manos de Junior la posibilidad de irse o quedarse, sabiendo que siempre estará por detrás de Alba. “En algunas posiciones necesitamos más competencia. Mi postura ya la he dicho: nos falta gente. Pero depende de la situación económica del club. Yo no decido en eso. Acepto lo que hay y seguimos igual, adelante”. Y eso es contra el Elche.
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