El pasado 16 de septiembre se celebró el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, con motivo de la firma del Protocolo de Montreal que tuvo lugar en el año 1987. Un total de 196 países y la Unión Europea se comprometieron en firme a la protección de la capa de ozono, prohibiendo el uso de diversos componentes químicos responsables de su destrucción.
Este año 2019 un equipo de científicos del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus ha señalado que el agujero en la capa de ozono que aparece anualmente en la Antártida sería uno de los más pequeños desde la década de los años 80. Por lo general, este fenómeno comienza su formación en agosto y alcanza su tamaño máximo dos meses después. Posteriormente, en diciembre, se vuelve a cerrar.
Ahora mismo apenas han transcurrido algunas semanas desde que comenzó la temporada. Aún así, los científicos del CAMS tienen los datos suficientes para señalar que el agujero de la capa de ozono tendrá un tamaño considerablemente menor que el de años anteriores. Esto podría indicar su recuperación paulatina.
Desde inicios del mes de septiembre, el vórtice polar se ha desplazado de manera progresiva de su eje y se ha debilitado debido a un calentamiento repentino de la estratosfera. Las temperaturas de la parte superior de la estratosfera han sido 40 grados superiores a lo habitual, lo que ha ocasionado que el vórtice polar sea más inestable.
Vincent-Henri Peuch, responsable del CAMS, ha explicado que la recuperación de la capa de ozono depende en gran medida del cambio climático. Este fenómeno puede favorecer el enfriamiento de la estratosfera a largo plazo, lo que puede retrasar el proceso. Además, cabe la posibilidad de que se generen diversas emisiones no autorizadas de componentes que deterioran la capa de ozono.
El primer agujero registrado en la capa de ozono apareció hace ahora varios décadas debido a las emisiones nocivas generadas por el ser humano, especialmente la de sustancias químicas que procedían de pesticidas, refrigerantes y aerosoles.
Según los datos aportados por los científicos, la recuperación de la capa de ozono hasta niveles anteriores a la década de los años 70 no se dará como mínimo hasta el 2060.
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