Nuevo cambio de criterio en la Comunidad de Madrid. La polémica cartilla covid-19 anunciada a bombo y platillo por la presidenta Isabel Díaz Ayuso ayer martes no será tal. La cartilla será, simplemente, un registro público. Todo lo contrario a lo que anunció la presidenta hace solo unas horas. El vicepresidente de la región, Ignacio Aguado, (Cs) ha enmendado así las palabras de la jefa del Ejecutivo autonómico: “Será un registro que tratará solo de recopilar datos, donde los propios profesionales tengan conocimiento de qué pruebas se han ido haciendo los ciudadanos”, ha dicho en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.
Ayuso anunció un nuevo plan para hacer frente a la expansión del virus en la región. Un crecimiento brutal del 413% de los casos en solo siete días. La presidenta informó de medidas como la contratación de 180 nuevos rastreadores—muy lejos de los más 1.000 que le exige la comunidad científica―, el cerrojazo al ocio nocturno a partir de la 1.30 de la madrugada y las mascarillas obligatorias. Pero, en mitad de la comparecencia, anunció también por sorpresa la puesta en marcha de un proyecto experimental que pretendía estar listo en septiembre. “Se trata de una cartilla covid-19 que simula a la cartilla de vacunación internacional y que estará incorporada en la tarjeta sanitaria virtual de todos los madrileños”, avanzó.
Era una especie de pasaporte sanitario para todos aquellos ciudadanos que hayan pasado la enfermedad. Esto abrió, de nuevo, un debate en la comunidad científica. Los organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) rechazaron este sistema en abril por razones éticas, técnicas y discriminatorias. “Con esta tarjeta será mucho más fácil acceder a gimnasios, museos y espacios cerrados”, dijo Ayuso. “Es un proyecto experimental, de manera que quienes hayan pasado la enfermedad y se realicen una PCR tengan la posibilidad de tener esta cartilla. Todos aquellos que no contagien podrán seguir haciendo una vida normal”, dijo la presidenta madrileña que pidió, incluso, que la idea se exportara a todo el territorio nacional.
La dirigente del PP cree que esta medida no era para nada discriminatoria. “Tiene bastante lógica que pongamos en un registro a quien tiene anticuerpos. LaLiga [de fútbol], por ejemplo, pasa PCR periódicas”. Pero LaLiga paga sus propios tests y, como ocurrió la pasada semana con los jugadores del equipo del Fuenlabrada de Segunda División, se pueden dar casos de falsos negativos. Es decir, ciudadanos que una vez hayan pasado un test PCR y den negativo, sin embargo, a los dos días se repitan las pruebas y den positivo. La fiabilidad nunca es al 100%. O dicho de otra manera: se puede dar el caso de ciudadanos que tengan la tarjeta covid-19 de Ayuso y acudan a gimnasios de Madrid creyendo que están inmunizados cuando realmente no es así. Y, por tanto, contagien al resto.
24 horas después, el vicepresidente ha corregido las palabras de la presidenta. La cartilla covid-19 seguirá, pero no como la dirigente popular había planteado. “La tarjeta está pensada exclusivamente para recabar información. No queremos fomentar la discriminación. Vincular una cartilla de estas características a una serie de privilegios —como el acceso a gimnasios, buscar trabajo o entrar museos como anunció la presidenta este lunes— no está contemplado por este Gobierno por muchas razones”. Aguado mostró su apoyo a los criterios de la comunidad científica. La inmunidad, en este momento, no está asegurada al 100% tras pasar la enfermedad y tras dar negativo en un test.
“Tener anticuerpos no significa que no se vayan a perder o que no se contagie de nuevo. Hay demasiadas incertidumbres para garantizar desde una Administración pública que el hecho de haber superado el virus y tener anticuerpos te permita tener una realidad sanitaria o epidemiológica distinta”, ha dicho Aguado. Y tras enmendar a Ayuso, ha añadido: “La presidenta hizo las declaraciones que hizo, pero yo no soy el portavoz de la presidenta, soy el portavoz del Gobierno”.
Cambio de criterio: el registro de clientes en los lugares de ocio nocturno será voluntario
La Comunidad de Madrid no obligará a los clientes de locales
de ocio nocturno y salones de banquetes que registren su DNI antes de entrar, tal y como anunció ayer la presidenta Ayuso y el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero.
La idea era facilitar al máximo el trabajo de los rastreadores si se produjera un contagio en alguno de estos locales. La recogida de los datos no será obligatoria, según recoge este miércoles el boletín de la Comunidad, y requerirá el consentimiento del interesado.
Sanidad pauta que el establecimiento deberá conservar los
datos durante el plazo de 28 días naturales con las debidas garantías
y observando las exigencias derivadas de la normativa en materia de protección
de datos de carácter personal.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el martes durante una rueda de prensa. En vídeo, declaraciones de Ayuso proponiendo la creación de una ‘cartilla covid-19’.
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