La Comunidad de Madrid vacunará los siete días de la semana después de verse a la cola en la lista de comunidades autónomas que están suministrando las vacunas contra la covid-19. Asturias encabezaba este lunes esa lista con el 83%, frente al 6,3% de Madrid. “Madrid va a vacunar los lunes, los martes, los miércoles, los jueves, los viernes, los sábados, los domingos y los festivos. Mañana y tarde. Con todos los medios disponibles, públicos y privados. Incluso de noche”, escribió este martes la presidenta Isabel Díaz Ayuso en Twitter.
Madrid solo planeaba desplegar de lunes a viernes su operativo de 92 enfermeras, del sector público y privado. Pero esta semana las comunidades han comenzado a publicar sus datos de vacunación, lo que ha permitido a los medios de comunicación hacer una clasificación. Algunas comunidades, en lo alto de la tabla, están trabajando de lunes a domingo.
La semana pasada, Madrid inyectó la primera dosis de la vacuna a 3.090 personas, a pesar de que recibió del Gobierno central 48.750. Según las autoridades sanitarias de la región, “no era la mejor semana” debido, entre otros motivos, al puente de Año Nuevo. No hubo vacunación desde el jueves 31 de diciembre hasta el domingo 3 de enero.
Además de acelerar el ritmo, el Gobierno de Ayuso prevé aumentar la plantilla de vacunadores. Hasta este martes, el operativo de la comunidad ha estado compuesto por 92 enfermeras que trabajan por parejas. Pero una portavoz de la Consejería de Sanidad ha informado a este periódico de que van a intentar un refuerzo de personal hasta llegar a 54 parejas de vacunación. La portavoz no ha precisado si ese aumento de plantilla se conseguirá con empleados públicos o privados.
El plan inicial ha contado con 32 trabajadoras de la sanidad pública madrileña y 60 del sector privado. Como las grandes empresas del sector de geriátricos tienen más recursos sanitarios, la Comunidad pidió ayuda a la patronal Aeste para que los sanitarios de estos grupos inyectaran la vacuna a los residentes de sus centros. Las empresas han aceptado encantadas y hacen este trabajo sin remuneración. Su dañado negocio depende de convertirse cuanto antes en una burbuja protegida y segura. Pertenecen a Aeste grupos como Orpea, DomusVi, Amavir, Ballesol o Sanitas. En muchas de estas residencias se produjeron decenas de fallecidos durante la ola de primavera.
En la residencia DomusVi Leganés murieron 60 ancianos durante los meses más duros de la pandemia, casi un tercio de su población total. Este martes, dos enfermeras de esa empresa, Olga Sánchez y Mariela Bellido, ambas de 40 años, comenzaron a suministrar la primera dosis a los internos. Por la mañana recibieron 100 dosis que llegaron en cajas refrigeradas que solo ellas pueden manipular. La caja sin abrir se mantiene entre 2 y 8 grados. Dentro hay un termómetro que advierte si el producto ha alcanzado más temperatura.
Las enfermeras extraen de las cajas las vacunas que van a suministrar en la siguiente media hora. De cada vial se obtienen cinco dosis. Sobra un poco, pero se desecha. Los frascos se tiran en un contenedor de material peligroso que después recogerá una empresa especializada. Los recién vacunados pasan a una sala de observación, donde permanecen una media hora por si acaso alguno de ellos experimenta una reacción adversa.
Sánchez y Bellido recibieron una formación online de dos horas de parte de la Comunidad de Madrid en la que les explicaron todo el procedimiento. “La verdad es que es sencillo”, opinan. Las dos enfermeras cuentan que a los ancianos que ven más dubitativos les dicen que no teman, que es un procedimiento idéntico al de la vacuna contra la gripe.
En dos horas vacunaron a 100 residentes, muchos de ellos de más de 90 años. De los 138 ancianos del lugar, 124 han dado su consentimiento por escrito. Tres se negaron, ellos o los tutores en su nombre. Los 11 restantes todavía se lo están pensando. El día 14 la residencia recibirá una nueva tanda de dosis para terminar de vacunar a los ancianos y a los trabajadores, el primer grupo de riesgo que el Gobierno priorizó.
“La llegada de la vacuna supone que nuestros mayores se verán libres, por fin, de este maldito virus”, dice Jesús Cubero, secretario general de Aeste. “Tras todos estos meses de sufrimiento y de espera, por fin vamos a tener un regalo de Reyes anticipado. Un regalo que aportará normalidad, tranquilidad y seguridad a los mayores que viven en nuestras residencias”.
También colaboran otras grandes empresas como Casablanca, que tiene ocho residencias en la Comunidad de Madrid. Su presidente, Ignacio Fernández Cid, cree que la vacunación en las residencias terminará antes del plazo de 12 semanas previsto en el calendario del Gobierno central. “En nuestras residencias terminaremos aproximadamente en dos semanas”, dice. La llegada de las vacunas se celebra con júbilo: aplausos, villancicos y mucha esperanza. “Se forma un fiestón”, dice el presidente de Casablanca.
La otra externalización de las vacunas ha sido más polémica. La Comunidad ha contratado a Cruz Roja por la vía de urgencia para que 24 empleadas vacunen en las residencias de las pequeñas y medianas empresas. A ellas se añade un coordinador que servirá de enlace con la Consejería de Sanidad. El contrato asciende a 804.000 euros y se prolongará hasta junio. La oposición a Ayuso ha visto el acuerdo como una prueba más de la tendencia de la Comunidad de Madrid a convertir la sanidad en un negocio.
Varios sindicatos han denunciado la contratación de Cruz Roja en lugar de recurrir a refuerzos de personal. El sindicato Satse Madrid dice que la sanidad pública podría haber prestado el servicio por un coste mucho más bajo. “Con el dinero otorgado a Cruz Roja se podría contratar a más de medio centenar de enfermeras y enfermeros para reforzar los centros de salud”, dice este sindicato.
El contrato con Cruz Roja paga a esta ONG por uniformes, teléfonos, equipos informáticos y otros materiales que ya está disponibles en la sanidad pública o que, directamente, se niegan a los profesionales de los centros de salud (como vehículos para desplazamientos), denuncia Satse Madrid.
“La participación de Cruz Roja en este operativo es un servicio de apoyo a la Administración, sin ánimo de lucro, en el que exclusivamente se contempla la cobertura de costes”, ha comentado la institución, al ser preguntada por este contrato.
Aguado: “Se vacunará por la ventanilla del coche y con el Ejército si hace falta”
El vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, ha dicho este miércoles que en la Comunidad de Madrid se vacunará desde la Sanidad pública y desde la privada, así como en centros de salud y en enfermerías, en consultas y “si hace falta” por la ventanilla del coche y con el Ejército. “La prioridad absoluta en estos momentos debe ser vacunar al mayor número de personas en el menor tiempo posible”, ha señalado Aguado a través de su cuenta de Twitter.