La mayoría de las comunidades autónomas no saben (o esconden) cuánto van a dedicar a las universidades del fondo covid educativo de 2.000 millones de euros, aunque el decreto ley de junio afirma que debe de dedicarse el 20% a educación superior. Cinco rectores —de las universidades de Córdoba, Oviedo, La Rioja, Castilla-La Mancha y Pública de Navarra— confirman a este diario esta indefinición autonómica y las regiones consultadas (Cataluña, Andalucía, Galicia, Comunidad Valenciana y Murcia) no precisan ninguna cifra. Solo lo hacen Madrid y Aragón.
El Gobierno de Castilla y León habla claro. Aún no han cuantificado cuánto dinero se va a destinar a universidades porque con la partida entera (84 millones) afirman que no llega. Por eso Alfonso Fernández Mañueco pidió el pasado viernes a Pedro Sánchez en la conferencia de presidentes otro fondo para educación superior. Alberto Núñez Feijóo, que entregó tres millones a los campus gallegos antes del verano, también reclama más para su región.
Educación superior incluye a los 1,3 millones de universitarios, 373.000 alumnos de FP Superior y 24.000 de enseñanzas artísticas superiores. “No tengo ningún temor de que las comunidades no cumplan lo que dice la ley”, señaló la semana pasada el ministro Manuel Castells. El decreto ley de creación del fondo estipula: “El 20% de su importe, teniendo en consideración el gasto en educación superior, se distribuirá entre las comunidades en función de la población de 17 a 24 años de cada comunidad en 2019”. Pero las autonomías son muy imprecisas y lo fían a la Conferencia de Política Universitaria de este viernes, en la que se verán Castells y los consejeros de forma telemática.
Los rectores, escamados, ya en julio pidieron por carta a Castells que mediase con las autonomías y con el Ministerio de Hacienda, porque según el real decreto del fondo covid puede tomar medidas concretas. Hacienda debe entregar el dinero a finales de mes a las hermanas autonómicas y estas lo distribuirán.
Fuentes de Universidades explican que el fondo se tiene que gastar en 2020 y se van a agilizar los trámites burocráticos que ralentizan el proceso. Lo que es seguro es que las universidades van a recuperar lo ya desembolsado en limpieza, tecnología u obras, pero no hay mucho tiempo de poner en marcha nuevos planes si las comunidades no adelantan el dinero. “Estamos todas esperando. No entiendo el debate de si son fondos finalistas o no. Si la Universidad es educación superior ¿cuál es el problema?”, se pregunta Miguel Ángel Collado, rector en Castilla-La Mancha.
El rector de Oviedo, Santiago García Granda, expresó en el diario El Comercio lo que muchos compañeros opinan: “La ayuda debería haber sido destinada, de una forma finalista, a las universidades. No se gestionó y, por eso, tenemos estos problemas. Viene a las comunidades y estas podrían dedicarlo a otra cosa. Ahora se está intentado presionar para que esas cantidades vengan”. Preguntado por este diario, no quiere ahondar en el tema. Cree que el Principado está siendo “sensible” y recibirán los 6,5 millones.
Julio Rubio, rector de la Rioja y presidente del Grupo 9 —que agrupa a nueve universidades públicas—, explica que el Gobierno regional se “resiste a dar una cifra” de inversión, pero les anima a presentar un informe de necesidades “sin topes por arriba”. La idea no le convence, “no sé que expectativas puedo tener, si puedo contratar profesores… Es mejor que te digan: tienes esto para gastar”.
El rector de la Universidad Pública de Navarra, Ramón Gonzalo, también se lamentó en EL PAÍS: “Castells está muy por la labor de que sea para educación superior, pero Hacienda dice que pueden dedicarlo a lo que quieran. Va a depender de la sensibilidad y la fuerza de cada autonomía. Aquí nos han dicho que nos darán lo que puedan, pero no el 20% [de 29,2 millones]”.
“Si no se reponen estos fondos, vamos a tener que recortar en programas de becas, investigación”, alertaba hace 10 días el presidente de los rectores José Carlos Gómez Villamandos en este diario. Y precisaba: “Cuatro comunidades han dejado caer que a lo mejor les llega algo a la Universidad”. Pero tres días después junto a Castells suavizó sus palabras: “Las intervenciones en los medios [de comunicación] están haciendo que los fondos se destinen al sistema universitario”. El dinero sigue en el aire.
El curso ha empezado ya en seis universidades públicas y aún no saben cuánto dinero extra van a recibir, aunque durante la pandemia han tenido que ir gastando en limpieza, reforzamiento de las redes de comunicaciones, contratación de personal de apoyo, simuladores de prácticas u ordenadores. Madrid (*) ha asignado 58 millones a educación superior y de ellos 49 irán a universidades. Se invertirán en becas a estudiantes y en mejoras tecnológicas y formación digital. En Aragón se reservan 10,7 millones para educación superior, y de ellos 8,1 millones llegarán a la Universidad de Zaragoza que ha digitalizado 200 aulas e invertido 245.000 euros en material audiovisual.
Cataluña no concreta, pero una portavoz explica que las cuentas están hechas porque hay también un fondo covid catalán. Mientras de la Comunidad Valenciana se sabe que hay propuestas “en fase de proyecto que son innovadoras”.
* Nota: En una primera versión de este artículo se afirmaba que Madrid gastaba ocho millones menos en educación superior de lo que estipula el decreto. Pero la Consejería de Ciencia y Universidades aclara ahora que esos ocho millones se van a destinar a FP Superior, que gestiona la Consejería de Educación.
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