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La cura de la sordera está cada vez más cerca

Las nuevas tecnologías son fundamentales en la actualidad. Estamos acostumbrados a relacionar este tipo de técnicas futuristas con los smartphone, los ordenadores o los transportes. Sin embargo, el avance tecnológico también es fundamental para el desarrollo de la medicina. En este caso hablamos de la sección auditiva con una prueba que parece haber convencido a la comunidad científica. Un experimento fundamentado en la tecnología CRISPR que basa sus esfuerzos en corregir los genes defectuosos que provocaban una progresiva pérdida de audición.

Genética como base

Ratón Beethoven

Los ratones Beethoven pueden definirse como cobayas que son incapaces de escuchar en perfectas condiciones. Unos animales con sordera congénita progresiva, la misma enfermedad que sufrió el famoso compositor alemán. Pero parece ser que equipo de investigadores del MIT y de la Universidad de Harvard se ha propuesto acabar con esta afección imparable. La clave del experimento se basaba en utilizar la técnica CRISPR para generar una alteración genética. La sordera congénita está basada en la mutación de los genes vinculados a la TMC1, una especie de proteína que es esencial para captar las señales eléctricas mediante el cerebro. Por lo tanto, si esta mutación afecta a más de un cromosoma, el organismo que lo padezca es sordo de nacimiento.

Los resultados fueron espectaculares. A la edad de cuatro semanas, estos ratones no podían percibir ningún sonido inferior a los 80 decibelios. Sin embargo, una vez concluido el tratamiento, estos animales eran capaces de percibir con facilidad el sonido de una conversación entre humanos.

Resultados satisfactorios

Un experimento exitoso

Después de esta novedosa alteración genética, la sordera de los ratones parecía haber sido eliminada casi en su totalidad y era bastante difícil diferenciar a los ratones sanos de los afectados por la afección. Eso sí, la recuperación de cada animal fue transcurriendo de forma completamente diferente, siendo más avanzada en algunos casos y mucho más lenta en otros. Lo que está claro es que este experimento  se presenta como un auténtico hito en el mundo de la ciencia y una verdadera esperanza de futuro para aquellas personas que sufren sordera.


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