Estamos acostumbrados a hablar de la ducha como si hubiera existido siempre, sin embargo aunque sus orígenes se remontan a la antigua Grecia y al antiguo Egipto , el concepto moderno de la ducha nace recién en el siglo XIX y además de una forma que nunca pensarías. Descubre a continuación, la curiosidad necesidad que llevó a la invención de la ducha moderna.
La curiosa invención de la ducha
De hecho, algunos hallazgos han demostrado que las técnicas rudimentarias de lavado desde arriba ya estaban presentes en la antigüedad. La ducha , sin embargo, no estaba asociada a la higiene del cuerpo sino más bien a la purificación del alma: el agua brotaba de la cabeza y bañaba todo el cuerpo hasta llegar a la tierra. El gesto adquirió un valor simbólico , ya que los pecados se borraban con agua y el alma recobraba su pureza y serenidad.
Fue el Dr. Merry Delabost, médico de la prisión Bonne-Nouvelle de Rouen en Francia, quien inventó la ducha en 1872. El objetivo fue algo bastante curioso, ya que ideó la ducha tal y como la conocemos para garantizar una mejor higiene a los presos. Dio pie así a que se crearan duchas colectivas sin la intimidad a la que estamos acostumbrados, pero el caudal de agua era individual. En 1879 el ejército prusiano lo hizo obligatorio para los soldados e instaló duchas comunitarias en los cuarteles.
Sólo más tarde se propagó dentro de las casas , reduciendo así el desperdicio de agua, reduciendo las enfermedades infecciosas y aumentando la higiene de las personas. La evolución de la ducha a lo largo de la historia ha permitido crear sanitarios cada vez más sofisticados y más enfocados al bienestar de las personas respetando los espacios .
Hoy en día, la ducha se considera una herramienta para una rápida y correcta higiene corporal y, cada vez más, como un lugar para relajarse después de un día estresante.
Algunos beneficios prácticos de la ducha
Las ventajas de la ducha frente a la bañera son múltiples. ¡Vamos a descubrirlos!
- Se reduce el gasto o consumo de agua: unos 10-20 litros por minuto para la ducha, más de 150 litros para la bañera. Sin embargo, esto también depende de la conducta individual, por supuesto. Si la ducha dura menos de 7-15 minutos, quizás cerrando el chorro mientras te enjabonas, se reduce el consumo de agua. De lo contrario, la situación puede revertirse y convertirse en un verdadero desperdicio de agua.
- Acceso: Con la ducha existe una mayor facilidad de preparación y acceso que la bañera, incluso para personas mayores o con movilidad reducida.
- Higiene: Además de la facilidad de acceso, se obtiene una mayor higiene al contacto con agua corriente en lugar de agua estancada en menor tiempo .
- Espacio: Finalmente, se tienes un baño con un tamaño limitado, debes aprovecharlo al máximo por lo que la ducha es la mejor opción frente a la bañera que ocupa mucho más espacio.
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