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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) constata que la economía española es de las que se está quedando más rezagada como consecuencia de la pandemia. Según los indicadores adelantados del organismo, España es la que registró una mayor caída en los datos de julio. Mientras que la media de los países industrializados se anotaba un repunte del 0,98%, la actividad en España retrocedía un 0,63%.

Además, era de las pocas economías que caía. Eslovenia, Eslovaquia, México y Australia también cedían, pero bastante menos: 0,25%; 0,24%; 0,11% y 0,09%, respectivamente. Fuera de los 33 de la OCDE, solo un país perdía más que España: Sudáfrica, un 0,96%.

Estos indicadores avanzados sirven para hacerse una idea sobre cuáles son las perspectivas de la economía. Se elaboran con cifras de órdenes industriales, inventarios, parámetros financieros, encuestas de confianza, estadísticas de sectores importantes o cifras de socios comerciales. Y suelen anticipar el comportamiento de la economía unos seis o nueve meses antes. De esto se infiere que la actividad nacional se estaría quedando por debajo de la del resto de países, en los que por el contrario se percibe un cierto fortalecimiento, si bien todavía en niveles más bajos que antes del coronavirus. La institución señala que estos guarismos no deben tomarse como una medida, sino más bien como una señal del vigor de la actividad y de hacia dónde va el ciclo económico. “Tratan de captar si hay un cambio de tendencia antes de que ocurra”, explica el organismo en su página web. Y la magnitud de la caída debería tomarse como una señal del grado de fortaleza que tiene esa tendencia que marca.

Otro punto muy preocupante es el nivel donde se ha situado la economía española. Para estos indicadores de la OCDE, los 100 puntos serían el equivalente a la tendencia media de crecimiento. España se encuentra ahora mismo en los 93,7 puntos, siete puntos menos que hace un año. De entre todos los países de los que hay datos, los 33 de la OCDE más otras seis economías grandes, solo la República Checa y Eslovaquia se hallan peor, con 92,7 puntos.

El Banco de España ya había apuntado que la economía española tiene una composición sectorial que hacía que, para unas restricciones similares por la pandemia, su actividad cayese más que la del resto de la zona euro. Sobre todo por el mayor peso del turismo, la hostelería, las actividades de ocio y el transporte. La propia OCDE ya elaboró un informe en el que señaló que España es el país con una mayor proporción de puestos de trabajo que conllevan riesgo de contagio por coronavirus. El organismo estimaba que el 56% de los empleos requieren contacto físico o proximidad al público frente a una media de la OCDE ligeramente inferior al 50%. Si además se suma que, según los datos de Google y Apple, España es uno de los países que más limitó la movilidad, el resultado es el que empieza a vislumbrarse en las estadísticas de la OCDE: las perspectivas para la economía española son peores que para el resto. Si se compara con la media de la zona euro, esta mejora un 0,64% en julio, según el indicador adelantado de la OCDE.

Con datos hasta marzo, la OCDE también calculó que los españoles fueron los que más sufrieron en el primer trimestre del año el impacto económico de la pandemia. Su renta disponible per cápita disminuyó un 3,22% entre enero y marzo, la mayor caída de todas las computadas en la base de datos de países de la OCDE. Es más: en ese mismo periodo la media de las familias de la OCDE incluso aumentó sus rentas un 0,1%. Este desplome en España era menor de lo que lo hacía la actividad gracias a las medidas de apoyo a las rentas como los ERTE. Los datos del primer trimestre ya incluían dos semanas de hibernación, pues el confinamiento empezó en España el 14 de marzo. Aunque en Italia los problemas por el virus comenzaron unos días antes, sus rentas familiares solo perdieron un 1,8%. Quizás porque los confinamientos iniciales fueron solo en el norte del país y por tener una menor dependencia del turismo y el automóvil. La capacidad de teletrabajar también puede explicar parte de estas diferencias. De acuerdo con el indicador adelantado de la OCDE, mientras que España pierde siete puntos respecto a hace un año, Italia solo cae 3,7 puntos.

Las previsiones económicas de la OCDE también reflejan que España es la economía más amenazada del G20 por los efectos de la covid-19. En junio pronosticó que el PIB español se hundiría entre un 11,1% y un 14,4%, dependiendo de si se producían o no rebrotes.

Según los indicadores compuestos de la OCDE, los principales países están consiguiendo un “continuado fortalecimiento de la actividad” y muestran incrementos positivos en julio. No obstante, tras el fuerte alza de junio, los indicadores “se han ralentizado inevitablemente en la mayor parte de las economías”, dice el organismo. En China incluso se han revertido las señales que aparecieron en junio mostrando que la actividad se iba aproximando a cotas precovid.


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