Los higos son uno de los frutos que más nos gusta comer a finales de verano, pero puede que al ir a comprarlos los confundas con otra fruta bastante parecida que de hecho nace del mismo árbol ¿Entonces? ¿En qué se diferencian los higos y las brevas? Lo cierto es que no te vas a creer en que difieren estos dos frutos que por cierto sí que comparten el que en ambos casos están buenísimos y además, cuentan con muchos beneficios y propiedades para nuestro organismo. Descubramos entonces ahora, la diferencia que no creerías entre los higos y las brevas.
Diferencia entre higos y brevas
Originario de Asia Menor, el higo es probablemente la fruta cultivada más antigua del mundo. Se dice incluso que hace 10.000 años ya florecían del árbol de la higuera del que sin embargo nace también la breva. Sin embargo, higos y brevas no son lo mismo y de hecho aunque sea algo bastante imposible de creer no se cosechan en el mismo periodo.
Las brevas suelen cosecharse entre junio y julio mientras que los higos son de la segunda cosecha, entre agosto y septiembre algo que por cierto da origen a la expresión «de higos a brevas».
Pero más sorprendente de todo es descubrir algo que poca gente sabe: que las brevas son en realidad higos. En concreto los del año anterior que debido al frío no llegaron a madurar. De este modo, pasan los días fríos en estado de yema y madurar en cuanto llega la primavera. También suelen ser un poco más grandes que los higos y su color algo más morado.
La forma de los higos es ovalada, y las brevas también pero al ser de mayor tamaño son parecidas a la pera. Por otro lado los higos son más dulces que las brevas pero también más calóricos.
Por último, las brevas suelen estropearse antes que los higos. De hecho, aunque ambas frutas es mejor comerlas al momento de comprarlas, podemos decir que si almacenas bien los higos en la nevera podrás comerlos al día siguiente sin problema. Sin embargo, en el caso de las brevas será imposible. De hecho, no soportan el frío de la nevera.
Similitudes de higos y brevas
En lo que sí que se parecen estas dos frutas, al margen de ser un fruto delicioso es que pueden servirnos para aderezar ensaladas o comer también con yogur o con miel así como servir para hacer batidos o helados.
Y en el caso de las propiedades los dos nos aportan energía, algo buenísimo después de entrenar, gracias a su contenido en hidratos como la fructosa o la glucosa. Son además frutas diuréticas y sirven para regular la presión alta y reducir el nivel de estrés.
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