El mundo del streaming nos ofrece en la actualidad unas ventajas increíbles para descubrir una gran variedad de títulos. Los catálogos se actualizan semanalmente, promocionando los nuevos estrenos. No obstante, lo que no avisan con tanto apremio es todo el contenido que las diferentes plataformas retiran a la vez, cada poco tiempo. En algunos casos se debe a que se pierde el periodo de exhibición que esta empresas tenían contratado, pero otros en cambio, resultan poco explicables pues son productos originales que la propia corporación ha gestado. Es el caso de Good time, el largometraje protagonizado por Robert Pattinson que Netflix retirará de su catálogo en pocos días.
Antes de ser profundamente elogiados por la crítica con Diamantes en bruto, los hermanos Safdie rodaron en 2017 este drama criminal lleno de tensión bajo el prestigioso sello de A24. La sinopsis oficial de Good Time es la siguiente: “Después de que el robo chapucero de un banco acabe con su hermano pequeño en prisión, Constantine Nikas (Robert Pattinson) se embarca en una odisea a través de un mundo subterráneo en un intento desesperado y peligroso de conseguir el dinero y recuperar la fianza para poder sacar a su hermano de la cárcel”.
Este largometraje que Netflix retirará de su catálogo el próximo día 10 de enero supuso uno de esos primeros trabajos con los que Pattinson se quitó la etiqueta de “adolescente franquicia” que se le endosó después de participar en Harry Potter y el cáliz de fuego y la saga Crepúsculo. Hoy en día, al haber participado tanto en proyectos personales, como siendo el nuevo Batman, el británico se ha ganado un huevo en el corazón de los cinéfilos. Además de Pattinson, el reparto incluye a uno de los realizadores, Ben Safdie, Taliah Webster, Jennifer Jason Leigh, Barkhad Abdi, Peter Verby, Cliff Moylan y Phil Cappadora entre otros.
En el futuro, los hermanos Safdie volverán a repetir con Adam Sandler en un nuevo largometraje bajo el sello A24 y Netflix. Quién sabe qué otra plataforma podrá optar a acoger a la cinta, teniendo en cuenta que “la gran N roja” era la distribuidora oficial. Una problemática acorde a esta generación del streaming en la que los contenidos están a la merced de la plataforma de vídeo bajo demanda, poniendo como única alternativa el mercado físico.
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