Las escuelas, además de centros de enseñanza, han buscado diferenciarse del resto creando guías artísticas únicas en el mundo. Aunque la pintura y la escultura siempre han sido los movimientos artísticos más reconocidos, poco a poco han ido surgiendo otras corrientes artísticas. En concreto, relacionadas con el día a día de las personas. La moda de ropa es un ejemplo, al igual que el diseño de muebles y elementos de decoración. En estos últimos destaca la Escuela de la Bauhaus, de la que hoy os queremos hablar.
La Escuela de la Bauhaus fue un centro de enseñanza alemán. Su nombre proviene de la unión entre Bau (construcción) y Haus (casa). Su objetivo era reivindicar una reforma en la enseñanza artística para la transformación de la sociedad burguesa. Fue fundada por Walter Adolph Georg Gropius en 1919, consiguiendo en pocos años convertirse en un referente de un nuevo movimiento artístico en todo el mundo.
Sus diseños estaban centrados en la sencillez, y abarcan desde edificios hasta pinturas, muebles o incluso juegos de ajedrez. A día de hoy, esas obras son consideradas piezas de museos y se siguen fabricando algunos diseños. Además de que grandes firmas han recogido el legado en sus trabajos.
El cierre de Bauhaus
Sus diseños fueron reconocidos en todo el mundo
A lo largo de su historia, numerosas celebridades del mundo del diseño han pasado por la escuela. Además, como era un centro de enseñanza público, su estabilidad no estaba asegurada. Cambió de sede en varias ocasiones, comenzando en la ciudad alemana de Weiman pero siempre con el objetivo de impulsar las Bellas Artes.
En 1930 fijó su sede en Berlín. Tres años más tardes, en el 33, el partido nazi ganó las elecciones. Una de las primeras medidas que tomó el partido de Hitler fue cerrar la Bauhaus por promover el “cosmopolitismo judío” y un arte “decadente y bolchevique”.
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