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‘La estabilidad económica de México es interés de EU’, asegura Kamala Harris en diálogo de alto nivel

Estados Unidos y México retomaron este jueves el Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN), un mecanismo que había quedado en pausa desde 2016 y con el que ambos países buscan fortalecer su relación económica y comercial e impulsar las inversiones y el empleo en Centroamérica.

La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, y el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, estuvieron al frente de sus respectivas delegaciones, que se dieron cita en la sede la Vicepresidencia estadounidense para reanudar las deliberaciones.

En su discurso de apertura, Harris describió el diálogo como “una oportunidad para profundizar” lazos y avanzar en los “objetivos colectivos”. “México es nuestro vecino más cercano, Canadá también, y es un socio estratégico en una de nuestras relaciones económicas más importantes”, ilustró la funcionaria.

Harris dejó claro, además, que la “estabilidad económica de México está en el interés de Estados Unidos”, al indicar que 18 de los 50 estados que conforman su país tienen a la vecina nación como el primer o segundo destino de exportación, lo que supone un trasiego de bienes a través de sus fronteras de mil millones de dólares diarios.

La “número dos” de la Administración del presidente Joe Biden afirmó que el encuentro era el resultado de su visita a México en junio pasado y de las “extensas conversaciones” que sostuvo entonces con el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Entre otros aspectos, Harris hizo hincapié en el interés de crear empleos para los habitantes del sur de México y Centroamérica, como una forma de desincentivar la migración irregular, una misión que Biden encomendó a su vicepresidenta.

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Harris recordó que durante su visita a México habló con López Obrador del “compromiso mutuo de abordar las causas fundamentales de la migración”. “Y juntos, haciendo todo este trabajo, nos aseguraremos de que las mujeres y los niños se beneficien de este crecimiento y prosperidad”, agregó.

En ese contexto, se mostró confiada en que, tras este diálogo, sus naciones “seguirán trabajando juntas”, sus empresas crearán puestos de trabajo juntas y sus pueblos “disfrutarán de una mayor prosperidad y una mayor calidad de vida juntos”. “Juntos, Estados Unidos y México, serán un ejemplo de lo que es posible en el hemisferio occidental”, subrayó.

Por su parte, Ebrard describió como “exitoso” y como un “diálogo de muy buen nivel” el encuentro, que giró en torno a cuatro pilares: reconstruir juntos; promover el desarrollo económico, social y sustentable en el sur de México y Centroamérica; asegurar las herramientas para la prosperidad futura e invertir en los respectivos pueblos, según habían anticipado las partes.

Durante una conferencia de prensa en la embajada de México en Washington, el secretario de Relaciones Exteriores elogió el “buen ánimo” en el que transcurrió la cita e indicó que le hizo entrega a su homólogo estadounidense, Antony Blinken, de una carta dirigida por López Obrador a Biden.

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La misiva, explicó Ebrard, contiene una propuesta de extender desde Chiapas hacia el sur, en alusión a Centroamérica, los programas sociales ‘Jóvenes construyendo el futuro’ y ‘Sembrando vida’ como una forma de frenar la inmigración irregular.

“Estamos optimistas”, añadió el canciller mexicano, quien agregó que acordaron un mecanismo de seguimiento, “para que esto no quede en una buena reunión, sino sea una etapa”.

“Tres meses, seis meses y dentro de un año nos vemos en México para dar los resultados de este primer año de trabajo”, apuntó Ebrard al delinear la línea de tiempo definida para el trabajo conjunto.

Además, aclaró que no hablaron de los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP en inglés o “Permanecer en México”), que obligan a los solicitantes de asilo a permanecer en ese país mientras se resuelve su caso en territorio estadounidense.

Dicho programa, creado en la administración de Donald Trump, fue restablecido en agosto pasado por un fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos que rechazó la petición del Gobierno de Biden de suspender la aplicación de una orden judicial que reinstaló esta política, pese a que la Casa Blanca le había puesto fin en junio.

Lo que sí se planteó, admitió Ebrard, fue la reapertura de la frontera común —clausurada para actividades no esenciales a raíz de la pandemia— y cuya vuelta a la normalidad consideró “una cosa lógica”.

Por su parte, la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, citó como “avances concretos” de la reunión el establecimiento de un grupo de trabajo bilateral para los avances de la cadena suministros en el tema de semiconductores y la presentación de una propuesta para invertir en la región sur-sureste de México.

Además, que se conformara una mesa de ciberseguridad y privacidad de datos y una iniciativa para fortalecer el entrenamiento para la capacitación tecnológica de mujeres, grupos originarios e integrantes de la comunidad LGTBIQ.

“Bajo el espíritu de este diálogo, si a uno le va bien a todos nos irá mejor”, agregó la funcionaria, para quien ambos países entraron en una etapa “muy importante”.

En su última actividad oficial en Washington, el canciller Marcelo Ebrard y el embajador Esteban Moctezuma se reunieron con representantes de empresas globales de los sectores aeroespacial, farmacéutico, transporte, comercio electrónico, innovación y agrícola, entre otros, a fin de resaltar las oportunidades que se abren en el país con la recuperación económica pospandemia.

Antes de su reunión con el Atlantic Council, el canciller Ebrard tuvo un almuerzo de trabajo con representantes de la iniciativa privada mexicana, agrupada en el sector mexicano del llamado CEO Dialogue. El CEO Dialogue es el principal mecanismo de interacción y cooperación de alto nivel entre empresarios y funcionarios públicos de ambos países.

El CEO Dialogue elaboró una serie de recomendaciones de política pública en el marco del DEAN, producto de una serie de conversaciones que se dividieron en cinco grupos de trabajo: inversión, política comercial, facilitación de comercio, servicios y energía, y cambio climático. Cada grupo de trabajo estuvo presidido por un empresario o empresaria, tanto del lado mexicano como del estadounidense.

Durante el encuentro, los funcionarios mexicanos explicaron los alcances y logros de la reunión con sus pares estadounidenses. En tanto, los representantes del sector privado mexicano manifestaron su beneplácito por los resultados obtenidos en el DEAN, al tiempo que expresaron su voluntad de reforzar su colaboración con el sector privado para impulsar los negocios en la región de Norteamérica.

Como parte de su gira de trabajo por Washington, el canciller Ebrard también se reunió con Jake Sullivan, asesor del Consejo de Seguridad Nacional. Ambos funcionarios acordaron seguir trabajando en una visión común para promover el desarrollo y las oportunidades en Centroamérica, a fin de buscar una solución de fondo al tema migratorio.

(Con información de EFE y Aristegui Noticias)


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