Los terremotos pueden definirse como uno de los desastres naturales más perjudiciales para los seres humanos, sino el que más. Un fenómeno natural en el que el movimiento brusco de la tierra puede acabar con ciudades enteras dejando a su paso un rastro infinito de destrucción. Sin duda, un desastre al que es imposible anticiparse a no ser que recurramos a la estadística. Justo lo que han hecho desde un estudio de las universidades de Colorado y Montana en el que afirman que 2018 será un año con muchos más terremotos. Te lo contamos.
El año del desastre
Un polémico estudio creado por las universidades de Colorado y Montana afirma que 2018 será un año recordable en cuanto a terremotos se refiere. Todo ello debido a la ralentización del movimiento de rotación de la Tierra, un efecto que podría ocasionar, según el estudio, una media de entre 20 y 30 terremotos potencialmente destructivos cada año. Es decir, unos seísmos que superarán ampliamente la magnitud 7 en la escala de Richter.
La reunión anual de la Geological Society of América ha sido el lugar perfecto para presentar un curioso estudio que ha dejado a todos con la boca abierta. La estadística es la variante utilizada en una investigación en la que los resultados van a peor cada año. Y es que Roger Bilham y Rebecca Bendick, geólogos de sendas universidades, aseguran que la magnitud de estos seísmos irá ampliándose con el paso de los años. Para ello han basado sus datos en un análisis de todos los terremotos producidos desde el año 1.900, estableciendo así un patrón común que asegura una media de 15 terremotos de grado 7 más por año.
La velocidad es la clave
Otro de los descubrimientos fundamentales del estudio radica en la velocidad de la tierra. Los científicos identificaron que periódicamente se producían bloque de unos cinco años en los que el número de terremotos aumentaba ampliamente. Una especie de manía de nuestro planeta que se debe a la disminución de la velocidad de rotación de la Tierra. Un curioso acto que suele ocurrir cada 30 años y que ha escogido el año 2018 para mostrar todo su potencial.
La sección más perjudicial que puede llegar a sufrir una mayor cantidad de daños radica en los países cercanos a la zona del Ecuador. Eso sí, la estadística también puede equivocarse. Por eso desde el Servicio Geológico de Estados Unidos han afrontado el estudio de forma despreocupada, ya que, según comentan, los resultados de la investigación podrían deberse a una gran cantidad de variables y factores.
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