El fallecimiento de Halyna Hutchins el pasado 21 de octubre conmocionó a toda la industria cinematográfica. La directora de fotografía falleció tras un disparo del actor Alec Baldwin, ensayando en el set de la película de Rust, donde el popular actor también ejercía labores de producción. La regulación de las armas de fuego en la grabación de las películas ofrece un margen error mortal que ya se llevó a otras figuras como el intérprete de El cuervo, Brandon Lee. Son muchas las figuras que ya se han posicionado respecto a un cambio en la política del uso de las armas en el set, como por ejemplo Dwayne Johnson que ya ha prometido que no utilizará ninguna arma de fuego real en sus próximas producciones. Sin embargo, estos futuros cambios, importan poco a los familiares de Halyna, quienes presentaron en el día de ayer, una demanda contra Alec Baldwin y varios productores de la cinta.
Baldwin está colaborando en todo lo que puede con la justicia, pero siempre ha sostenido que él no apretó el gatillo. Los demandantes en cambio, buscan la responsabilidad en varios productores y miembros del equipo encabezados por el actor: Rya Smith, Allen Cheney, Nathan Klingher, Ryan Winterstern, Anjul Nigam, Matthew DelPiano, Emily Salvenson y parte del equipo técnico conformado por Sarah Achry, Dave Halls, Hanna Gutierrez Reed, Gabrielle Pickle y Seth Kenney.
Ante esta nueva demanda, los abogados de Baldwin y otros productores de Rust declararon que “cualquier afirmación de que Alec fue imprudente es completamente falsa”. La investigación todavía tiene que es esclarecer cómo llegó la munición real al set. Mientras tanto, en su alegato de defensa, los demandados argumentaron que los procedimientos seguidos en la producción eran los indicados: “Él (Baldwin), Halyna y el resto de la tripulación se basaron en la declaración de los dos profesionales responsables de revisar el arma de que era un ‘arma fría’, que quiere decir que no hay posibilidad de descarga. Este protocolo ha funcionado en miles de películas, con millones de descargas”.
Al otro lado judicial, la demanda alega según los informes de Deadline que la producción de Rust “ignoró al menos 15 estándares de la industria” de seguridad en el rodaje. Por separado, la responsable de la seguridad y el control de las armas en el set, Reed Gutierrez, ha demandado también a Seth Kenney, quien suministró la munición, aludiendo a que el proveedor mezclo munición real y ficticia, lo que terminó propiciando la muerte de Halyna Hutchins.
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