Jesús Carballo, presidente de la Federación española de gimnasia (RFEG), ha viajado este lunes por la tarde a León para reunirse en el CAR (Centro de Alto Rendimiento) con Ruth Fernández y su equipo técnico (Nuria Castaño, Eva Pelayo y Beatriz Brito). Las cuatro entrenadoras están siendo investigadas por, supuestamente, cometer abuso verbal con Claudia Jaimez, gimnasta de rítmica menor de edad. Carballo ha comunicado a las cuatro entrenadoras que mientras el CSD (Consejo Superior de Deportes) termine el procedimiento abierto el pasado mes de octubre y decida qué sanción (si procede) aplicar en función del reglamento de régimen interno, lo más apropiado es que no sigan acudiendo a la sala de gimnasia del centro. Asimismo, no viajarán al Europeo de rítmica del próximo mes de junio con el conjunto júnior español.
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Claudia Jaimez se entrenó en el CAR de León a las órdenes de Ruth Fernández cuando tenía 14 años entre noviembre de 2019 y el comienzo de la pandemia en marzo de 2020. Denunció maltrato verbal e insultos. Su madre y ella presentaron una queja al Centro de Alto Rendimiento y las delegadas de protección abrieron un expediente tal y como mandan los nuevos protocolos para la prevención, detección y actuación frente al acoso y abuso sexual. La investigación duró siete meses.
La resolución del CSD fechada el 26 de abril y firmada por Joaquín de Arístegui, exdirector general de deportes del CSD, a la que tuvo acceso este periódico, señalaba también a la propia Federación. “El procedimiento de instrucción desarrollado por las Delegadas de Protección del CSD concluye con indicios ciertos de comisión de abuso y acoso por parte de la entrenadora Ruth Fernández y su equipo técnico hacia Claudia Jaimez, durante su época de gimnasta en el CAR de León. Asimismo, revela indicios de omisión y ausencia de reacción frente a los mismos por parte de la RFEG”. Además, le recordaba sus responsabilidades. “Se procede a recordar a la RFEG la responsabilidad derivada de sus competencias, en relación con la seguridad de los deportistas, y la firmeza necesaria de reacción ante conductas que puedan mermar el correcto desarrollo físico, psicológico y deportivo de los menores de edad”.
Claudia Jaimez tiene ahora 16 años y está en cuarto de la ESO. Nació y vive en Cádiz, adonde volvió después de que la Federación le comunicara, en agosto de 2020, que no seguiría en el equipo nacional. Empezó con la rítmica con 7 años. “El primer mes en León todo fue bien. Después de Navidades empezaron los insultos. Te hacían sentir que no valías nada. ‘Bollycao, mazapán, inútil, eres la peor del equipo nacional, eres peor que las niñas pequeñas. Así no vas a llegar a nada, te van a echar’. Entras en un bucle porque te pones nerviosa por todo lo que te están diciendo y no eres capaz de concentrarte en lo que realmente tienes que hacer. Y entras en un bucle de fallo, fallo, fallo y todo va a peor”, detallaba hace un par de días en conversación telefónica. A menudo acudía a entrenar con cuadros de ansiedad.
Recordaba también la pesadilla que suponía tener que pasar por la báscula. “Los días que te tocaba era horrible. Porque ya sabías que tu peso iba a determinar la actitud de las entrenadoras contigo el resto de la tarde. Si pesabas más… no te veían de la misma manera, te veían como una gimnasta gorda que no sirve para nada”, cuenta Claudia. ¿Cuánto es pesar más? “A mí nunca me dijeron tienes que estar en este peso o tienes que bajar hasta aquí, simplemente tenía que bajar y bajar y no podía subir. Por entonces pesaba 47”.
El CSD ya había enviado un apercibimiento a Ruth Fernández en el curso de un procedimiento en el que no se aplicó el nuevo Protocolo, por una queja de otra gimnasta, Carla Vilasánchez. Asimismo le prohibió pesar a las gimnastas recordándole que eso había que consensuarlo con la Agencia Española para la protección y la salud en el deporte (AEPSAD).
Terminada la instrucción, ahora el Comité Asesor del CSD recopilará la información para el expediente sancionador. Este procedimiento se puede alargar varias semanas porque, además, el reglamento interno de los centros de alto rendimiento es de 2015 (anterior a la actualización de los protocolos) y son simples normas de uso de las instalaciones (como las de acceso a un restaurante) con una referencia al cumplimiento de los protocolos y prevén sanciones de 8 días a 12 meses con “pérdida de condición de usuario”.
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