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La Feria del Libro de Madrid resiste frente a la reducción del aforo y el cambio de fechas

Visitantes acuden el miércoles 22 de septiembre a la Feria del Libro de Madrid, en el Paseo de Coches del Retiro.
Visitantes acuden el miércoles 22 de septiembre a la Feria del Libro de Madrid, en el Paseo de Coches del Retiro.Kiko Huesca / EFE

Las dudas sobre el impacto que tendría el cambio de fechas y las limitaciones de aforo y espacio preocupaban a casi todos a medida que el 10 de septiembre se acercaba. La decisión de trasladar la Feria del Libro de Madrid, la cita comercial más importante para el sector del libro en España, de mayo a septiembre se tomó el febrero pasado, pero a la vuelta del verano muchos pensaban que había sido un error. La inversión no rentaría: el comienzo del curso escolar y la adquisición de los libros de texto seguirían dominando las compras de este mes y el público no acudiría al Retiro como a finales de primavera. Además, las firmas con mascarilla y las distancias deslucirían el encuentro entre autores y lectores.

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A dos días de terminar, aunque no hay cifras oficiales ni consenso, la mayoría de los participantes coinciden en que ha merecido la pena. “Está yendo mucho mejor de lo que pensaba que iría a principios de septiembre”, reconocía Lola Larumbe, de la librería Alberti, el jueves en su caseta. María Felices, de Cervantes y Compañía, comentaba que las ventas entre semana han ido bien —”parecido a otros años”—y que en fin de semana, sin embargo, las firmas más populares han copado el aforo y colapsado el recinto, al que este año solo podían acceder 3.900 personas. “Septiembre siempre es un mes fuerte y llevamos un año y medio muy bueno. Quizá yo esperaba que fuera aún mejor la feria”, apuntaba y destacaba Biografía del silencio, de Pablo d’Ors, como uno de sus superventas este año en el Retiro.

Irene Vallejo firma ejemplares en la Feria del Libro de Madrid. EFE/Javier LópezJavier Lopez / EFE

Este año ha supuesto el debut de Alfonso Zuriaga, de Altamarea, en el parque con los 50 títulos de su catálogo. “No tengo con qué comparar pero ha ido muy bien”, aseguraba. “Los fines de semana están las grandes firmas: escritores, youtubers o personalidades que arrastran mucho público. Esos días podía llegar a haber colas de dos horas para entrar”, dice Zuriaga, que cree que el ambiente de lunes a viernes “ha sido maravilloso”.

Una isleta polémica

Pero el coste y el esfuerzo que implica estar en la feria no ha acabado de funcionar para todos. Pepo Paz San, del sello Bartleby, escribía tras los primeros días: “La iniciativa de la organización de crear espacio en las islas centrales está resultando un fiasco considerable de afluencia y, por ende, de ventas. Un daño difícil de encajar por las pequeñas editoriales independientes, que deberán asumir costes de contratación de personal extra, horas perdidas y frustración a raudales. Costes adicionales para unas cuentas de resultados ya de por sí maltrechas tras muchos y largos meses de pandemia. No lo olvidemos: las casetas no son gratis. Atenderlas, tampoco”.

Plano de la Feria del Libro de Madrid 2021.Feria del Libro

Este año el área se ha reducido de 1.400 metros a unos 500 para facilitar el control del aforo, y limitar los accesos. En Astiberri, ubicados en esta nueva zona, lamentan haber vendido un 50% menos que en otras ediciones. En la caseta que comparten Libros del KO, Altamarea y Lengua de Trapo admiten que “se ha notado” pero que la situación era difícil de solucionar: “Todo el mundo está de acuerdo en que la isleta no es la mejor de las soluciones pero tampoco había muchas más y le tiene que tocar a alguien. Esperemos que el próximo año podamos volver a ocupar el recinto entero”.

Un gran problema han sido las colas en el acceso. Estos últimos días habrá horario continuado y no se cerrará a mediodía. Se espera que esta medida permita la entrada a más público y que descongestione las colas que hasta ahora han dejado los fines de semana. Entre muchas de las firmas previstas estarán la del periodista estadounidense Patrick Radden Keefe, autor de No digas nada; Javier Cercas, Premio Planeta 2019 por Terra Alta; Marta Sanz, autora de Farándula; Héctor Abad Faciolince (El olvido que seremos) y Ana Merino, Premio Nadal 2020 con El mapa de los afectos. Esperemos que la lluvia no inunde el fin de feria.


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