La Fiscalía acusa de homicidio al chófer de un ministro portugués por un atropello mortal a 166 km/h

La Fiscalía acusa de homicidio al chófer de un ministro portugués por un atropello mortal a 166 km/h


Nuno Santos, de 43 años, murió atropellado el pasado 6 de junio mientras trabajaba en labores de mantenimiento en la autopista portuguesa A-6. El automóvil que le embistió, que circulaba a 166 kilómetros por hora, muy por encima de la permitida (120 kilómetros por hora), era el coche oficial del ministro de Administración Interna de Portugal, Eduardo Cabrita Reis. La Fiscalía ha imputado al chófer del vehículo, Marco Pontes, por un homicidio por negligencia y señala que no tuvo “una conducción segura”, desplazándose siempre por el carril izquierdo, a pesar de que no había tráfico, según publicó este viernes el diario Observador. “El acusado conducía, en aquella ocasión y lugar, violando las normas de velocidad y circulación previstas en el Código da Estrada [reglamento de circulación] y sin observar las precauciones exigidas por la prudencia y cuidados impuestos por aquellas reglas de conducción”, se recoge en el escrito.

El coche atropelló al operario de limpieza que se encontraba en el separador central de la autopista a la altura del kilómetro 77,6. En el vehículo viajaban el ministro y otros tres ocupantes, que habían participado en un acto en la escuela de la Guardia Nacional Republicana (GNR) en Portalegre. Fue este mismo cuerpo de seguridad, que depende del ministerio de Cabrita Reis, el que colaboró en la investigación que puso en marcha el Departamento de Investigação e Acção Penal (Investigación y Acción Penal) de Évora para aclarar las circunstancias del accidente.

Un hecho muy criticado por el abogado que representa a la familia del trabajador fallecido: “Hablamos de un coche del Estado donde viajaba el jefe de la GNR y es precisamente esa misma GNR la que está colaborando con la Fiscalía en la investigación. Más transparencia en este proceso no vendría mal”.

El suceso también desató críticas en la prensa por el oscurantismo que rodeó el episodio y el silencio del ministro Cabrita Reis. Un reportaje de investigación en la cadena de televisión SIC, realizado con posterioridad a este siniestro mortal, constató que los coches oficiales de los ministros suelen sobrepasar con creces los límites de velocidad establecidos y que la seguridad en la carretera es la gran sacrificada por la sobrecarga de las agendas de trabajo. Tanto los titulares de Medio Ambiente como de Infraestructuras han sido descubiertos en viajes acelerados que superaban notablemente los 120 kilómetros por hora.

Eduardo Cabrita Reis, que hasta ahora había rehusado comentar el accidente, minimizó su responsabilidad en el asunto. “Solo soy un pasajero”, ha declarado este viernes tras conocerse la imputación por parte de la Fiscalía a su chófer. “Le toca funcionar al Estado de derecho, tenemos que confiar, nadie está por encima de la ley”, afirmó. Durante un acto en el Algarve, el ministro animó a esclarecer los hechos sin realizar “ningún repugnante aprovechamiento político” e insistió en que las condiciones en las que el operario cruzó la autovía tienen que aclararse. Cabrita Reis asegura que se trataba de “una vía no señalizada”. Sin embargo, el escrito de imputación de la Fiscalía, según el Observador, sostiene que estaba señalizada y los trabajadores debidamente equipados.

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