La Fiscalía alemana está efectuando registros desde la mañana de este jueves en oficinas de dos Ministerios del Gobierno alemán, el de Finanzas y el de Justicia, en Berlín, en el marco de una investigación sobre una oficina gubernamental que persigue casos de blanqueo de dinero. Según la información publicada por medios alemanes, el caso, abierto en febrero de 2020, indaga si esta oficina, dependiente de Aduanas, cometió un delito de obstrucción a la justicia al no informar en tiempo y forma a las autoridades –fiscalía y policía- sobre posibles casos de lavado de dinero, lo que impidió que pudieran ser investigados.
Se da la circunstancia de que el titular de uno de esos Ministerios, el de Finanzas, es Olaf Scholz, candidato socialdemócrata a las elecciones generales que celebra el país el 26 de septiembre. Los registros podrían perjudicar su imagen pública cuando faltan poco más de dos semanas para elegir a quien sucederá a Angela Merkel al frente de la primera economía europea. Scholz lidera las encuestas de intención de voto, con un 25%, por delante del candidato conservador, Armin Laschet, que ronda el 20-21%. Por ahora solo los liberales del FDP han criticado públicamente a Scholz por el “escándalo”. Los registros muestran, dijo el portavoz de política financiera del grupo parlamentario del FDP, Florian Toncar, que “Scholz no tiene control sobre su negociado”.
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La investigación sobre la Unidad de inteligencia financiera (se la conoce como FIU, por sus siglas en inglés), que pasó a depender de Aduanas en 2017 y tiene sede en Colonia, se inició en 2018. Según ha publicado Der Spiegel, el medio que dio la exclusiva, la Fiscalía de Osnabrück empezó a investigar a partir de un informe sobre una transacción sospechosa enviado por un banco. Se trataba de una transferencia de más de un millón de euros a África y el banco sospechaba que podría estar ante un caso de financiación del terrorismo, de tráfico de armas o drogas. “La FIU tomó nota de ese informe, pero no lo remitió a las autoridades policiales alemanas”, señaló un portavoz de la Fiscalía. El pago no pudo detenerse.
Esta oficina pertenecía a la Policía criminal, pero en 2017 fue trasladada, en contra del consejo de muchos expertos, señala Der Spiegel, a Aduanas, que a su vez depende del Ministerio de Finanzas. Según este medio, la oficina estuvo desde el principio sobrepasada por la cantidad de alertas que recibía y la escasa experiencia y personal con los que contaba para investigar las sospechas de lavado de dinero. “Poco antes de las elecciones federales, el candidato a canciller Scholz tiene un problema. Aunque se presenta como un luchador contra el blanqueo, no puede controlar lo que sucede en su casa, en detrimento de las arcas públicas”, asegura la publicación.
Los registros de este jueves pretenden determinar la responsabilidad individual de trabajadores de esa oficina que no tramitaron con diligencia los informes. Un portavoz del departamento de Finanzas aseguró que el registro no se ha dirigido contra empleados del ministerio y subrayó que “por supuesto apoya plenamente a las autoridades”. Los medios alemanes han publicado en varias ocasiones que la FIU tenía miles de transacciones sospechosas enviadas por los bancos sin procesar. Al menos en 17 casos, según se publicó en 2019, los informes sobre estas alertas se remitieron tan tarde a los departamentos de policía correspondientes que las transferencias sospechosas no pudieron pararse.
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