El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) denunció que la Franja de Gaza es ‘un infierno para cualquier persona’ pero, de forma particular, ‘se ha convertido en un cementerio para miles de niños y niñas’, tras información que ya han fallecido en este territorio unos 3 mil 500 menores de edad desde el inicio de los bombardeos israelíes.
UNICEF volvió a ‘suplicar’ a través de un portavoz, James Elder, ‘que se ponga fin a la matanza’, lo que pasa también por la necesidad de que haya ‘un alto el fuego humanitario inmediato’.
Las cifras ya son ‘escalofriantes’ y crecen ‘significativamente’ cada día.
Elder señaló que, para los niños, las amenazas ‘van más allá de las bombas y los morteros’, ya que sufren por ejemplo de la falta de agua.
El portavoz, puso como ejemplo el caso de los hijos de una compañera de la agencia, Nesma, y relató.
La muerte de niños y niñas –especialmente lactantes– por deshidratación es una amenaza creciente.
Sus dos hijos, de cuatro y siete años, piden ‘agua normal’, como contraposición al agua salada, que ‘es la única opción ahora mismo’.
Desde Gaza, Nesma respondió.
Me rompe el corazón ver a los niños a mi alrededor esforzarse por conseguir un vaso de agua limpia y no encontrarla.
Además, un conflicto como el actual ‘se dejará sentir durante generaciones’ e implicará traumas de por vida. ‘Antes de esta última pesadilla’, apuntó Elder, que ya había más de 800 mil niños, tres cuartas partes de la población infantil gazatí, necesitados de apoyo psicosocial y de salud mental.
La hija de Nesma se autolesiona y se arranca el pelo, pero ahora mismo ella siente que no puede permitirse el ‘lujo’ de pensar en la salud mental de sus hijos.
Me repito a mí misma: ‘Nesma, mantenlos vivos. Y cuando todo esto termine, les proporcionaré apoyo mental y atención médica’.
(Con información de Europa Press)
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