La Generalitat explicaba a mediodía de este martes que ha aprobado un Decreto Ley por el cual se modifican determinados aspectos del régimen jurídico de las entidades deportivas en Cataluña. El decreto aprobado, explicaba la consellera portavoz Meritxell Budó, “habilita concretamente el voto por correo postal y el voto electrónico en los procesos de elección de las juntas directivas y de los presidentes de entidades deportivas en Cataluña”, lo que podría facilitar el desarrollo de las elecciones a la presidencia del FC Barcelona el 7 de marzo, para las que se permitiría el voto por correo postal, aunque no el electrónico al tratarse de un proceso ya iniciado en el momento de entrada en vigor de la ley.
El expresidente del Barcelona, que había convocado a la prensa apenas unas horas antes, había dicho estar a favor de que se pudiera votar por correo, pero con algunas reticencias: “No quiero que se abra el camino a las impugnaciones”. A los 58 años, Joan Laporta se había programado para volver a ser presidente del Barcelona y estaba preparado para asumir el cargo el próximo domingo día 24 en unas elecciones que finalmente se aplazaron por la situación sanitaria provocada por al covid. Las 9.625 firmas validadas le situaban como el candidato favorito frente a Víctor Font y Toni Freixa hasta que los comicios fueron aplazados para el día 7 de marzo. El cambio de fecha no ha variado el discurso de un aspirante cuya mayor preocupación es que no le cuelen un gol después de alargar un partido que domina con ventaja en el marcador.
“A mí, en el 2003, ya me la colaron cuando ocho días de mandato fueron contabilizados como un año por la fecha de posesión del cargo, circunstancia que supuso cargar con las cuentas de la junta de Joan Gaspart”, dijo este martes. Por eso Laporta ha remitido un escrito a la Comisión Gestora, presidida por Carles Tusquets, para exigir garantías sobre el proceso electoral abierto después de que la votación se haya retrasado siete semanas a causa de la covid-19.
“Quiero que se vele por su pureza y se explique muy bien para que no haya dudas y se evite cualquier impugnación que pueda alterar la convocatoria”, argumenta. “Aspiro a que la gestora se comprometa, concrete la fecha, las condiciones y se organice bien para no viciar el proceso electoral. Me aseguran de que disponen de un informe jurídico de un catedrático reconocido –Bufete Maresca– que explicita que no se van a dar impugnaciones. También hay un segundo informe de las autoridades médicas que lo suscribe. Veremos”, insiste Laporta.
El favorito a los comicios del 7 de marzo acató, según dijo, porque no le quedó “más remedio”, un aplazamiento que a su juicio va en contra de los intereses del Barcelona. “Me hicieron un tres contra uno”, afirma en referencia a la gestora y a las candidaturas de Font y Freixa. “La función de la gestora es la de convocar elecciones y, si se hubiera querido, se podían haber celebrado el 24. Había la manera de poder aplicar las medidas necesarias, sanitarias y de participación, para la votación. Alcanzaba con el certificado de autoresponsabilidad de la Generalitat en cuanto a la movilidad, pero faltó valentía”, concluye, después de sentirse “víctima de los intereses políticos y de la gestora”. El argumento le sirve para manifestar su independencia respecto a cualquier grupo político, mediático y económico. “Estoy desvinculado de la política”.
“Hemos perdido la oportunidad de empezar a revertir ya mismo la situación del Barça”, acaba Laporta. “Se nos está escapando Messi y también se nos escapan oportunidades de mercado. Hay que controlar gastos, decidir inversiones, evitar el desgobierno”. El expresidente se manifestó precisamente en contra de fichar ahora a Eric García porque la crítica economía del club no permite incorporarlo del Manchester City. Laporta calcula muy bien sus pasos para no variar el pronóstico de los comicios. “No me puedo confiar”.
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