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La gran diferencia entre el Homo Sapiens y los neandertales

En épocas pasadas la raza humana, tal y como ahora la conocemos, no fuimos los únicos pobladores del planeta. Durante años, el conocido como Homo Sapiens tuvo que convivir con otros homínidos como el Homo Hábilis o el Erectus y que se fueron desarrollando poco a poco con el paso del tiempo.

Con el que más tiempo el Homo Sapiens pasó conviviendo fue con el Neandertal, otra especie de ser humano, inteligente, que se extinguió hace cientos de miles de años, dejando al hombre como único poblador del planeta. 

A pesar de todo, son muchas las investigaciones que plantean que el Homo Sapiens tuvo contacto con especies como los neandertales o como el Homo Erectus, con los que llegaron a convivir en muchas zonas del planeta.

¿Qué diferenciaba al Homo Sapiens del Neandertal?

Según una investigación llevada a cabo por la Universidad Autónoma de Madrid y el Museo Nacional  de Ciencias Naturales, los fósiles encontrados en la cueva de El Sidrón (Asturias) demuestran que una de las grandes diferencias entre estos homínidos, Homo Sapiens y Neandertal, radicaba en el tórax.

Los neandertales necesitaban mucha más cantidad de aire a la hora de respirar, y es que su masa física era mucho más elevada. Por esto, el tórax de estos homínidos era mucho más ancho y amplio ya que debían inhalar mucho más oxígeno en cada bocanada de aire.

El estudio se sustentó gracias a un fósil encontrado en esta cueva asturiana en perfecto estado de conservación y que contó con técnicas como el 3D para hacer un análisis mucho más exhaustivo de lo encontrado.

¿En qué eran parecidos?

En este aspecto, hasta hace muy poco tiempo se pensaba que los neandertales y el Homo Sapiens no tenían mucho en común, y que su contacto habría sido mínimo. Numerosos estudios confirmaron que estas afirmaciones no eran ciertas.

En un estudio sobre el cromosoma Y, en el que participó el CSIC, demostró que la hibridación entre sapiens y neandertales fue posible y que el ADN pasó de unos a otros. 

Este análisis de ADN demostró que había existencia de flujos genéticos entre los dos homínidos, un factor clave para entender la evolución humana. Esta prueba demostró que el Neandertal estaba más próximo al Homo Sapiens que de los denisovanos, tal y como se pensó durante muchos años.

Por esto, la cadena evolutiva mostró que, tanto neandertales como sapiens tuvieron mucha más relación de lo que se pensaba y que el hombre moderno tuvo mucho en común con el último homínido que convivió con ellos.


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