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la Guardia Civil se pone muy seria

En la actualidad, prácticamente a diario surgen nuevas estafas con las que hay que tener especial cuidado. En esta ocasión, la Guardia Civil se ha visto obligada a advertir de una nueva estafa que está proliferando a un ritmo de vértigo. Bautizada como el «timo de los billetes tintados», los delincuentes «engañan las víctimas con la promesa de convertir billetes teñidos de negro en dinero real».

El «timo de los billetes tintados»

Según explica la Guardia Civil, «los estafadores se acercan a posibles víctimas, normalmente extranjeros bien vestidos, y les cuentan historias sobre billetes teñidos de negro o simulaciones de conversión de recortes de papel tintados para ofrecer dinero a cambio de una aportación económica».

«Los estafadores muestran un billete supuestamente teñido de negro para demostrar su historia y engañar a la víctima», señala la Benemérita, que alerta de que en realidad utilizan «recortes de papel tintados para simular billetes de curso legal y ofrecer una cantidad de dinero a la víctima a cambio de su colaboración económica».

Además, los estafadores «utilizan papeles blancos y billetes de curso legal pegados para ocultar los billetes reales. Realizan una demostración con líquidos y polvos para mostrar la conversión de billetes falsos en dinero real».

La recomendación es muy clara: «No confiar en extraños que prometen convertir billetes teñidos en dinero. Evitar hacer transacciones económicas o entregar dinero a desconocidos. Denunciar cualquier intento de estafa a las autoridades competentes».

El «timo del instalador»

Por otro lado, la Guardia Civil también avisa a la ciudadanía del «timo del instalador». «Los estafadores se presentan en el domicilio de la víctima vestidos como trabajadores de la empresa instaladora del gas, luz u otro servicio. Informan a la víctima que realizarán una revisión de la instalación».

«Los estafadores aparentan realizar trabajos técnicos, pero en realidad sólo hacen cambios menores como cambiar un trozo de manguera de gas, y luego emiten una factura y cobran por el servicio». Es muy peligroso, ya que «aprovechando un descuido del propietario, los estafadores pueden robar objetos de valor e incluso cometer robos con violencia o intimidación».




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