La jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ha adelantado este martes que los agentes de la Guardia Nacional desplegados el pasado mes de enero en el Metro capitalino se retirarán “poco a poco”. La mandataria ha justificado la decisión al no registrar robos de cable de las instalaciones desde hace varias semanas, una problemática a la que atribuía los retrasos en el servicio. En los próximos días anunciarán el programa concreto donde planifican la retirada del cuerpo de seguridad.
Sheinbaum ha defendido que los elementos desplegados hace dos meses ya no son necesarios “a los niveles que se requería” en el momento más crítico. El caos ocurrido en enero por el choque de dos trenes entre las estaciones de La Raza y Potrero, en la Línea 3, que dejó una mujer muerta y más de 100 heridos, puso a las instalaciones del metro en el punto de mira. Para tratar de evitar nuevos incidentes y retrasos en las instalaciones, Sheinbaum anunció la movilización de 6.060 agentes de la Guardia Nacional por las distintas estaciones de la red de ferrocarril. “Por preocupación y seguridad de la ciudadanía”, concretaba la mandataria tras registrar cuatro incidentes en menos de una semana.
El despliegue de la Guardia Nacional llegó con escepticismo por parte de los usuarios, que defendían que el problema del metro era el del mantenimiento y no el de la seguridad. La Policía Bancaria e Industrial (PBI) mantendrá su presencia en las instalaciones, como lo había hecho antes y durante el despliegue de la Guardia Nacional. “[La decisión de retirar a la autoridad] tiene que ver con que llevamos varias semanas sin robo de cable y [debido a] varias acciones que se tomaron para evitarla”, ha justificado la mandataria capitalina.
El accidente de la Línea 3 abrió un aluvión de críticas y polémicas por los incidentes que se acumulaban desde hacía meses: fuego, humo, cortes de luz, saturación, retrasos… Las quejas diarias de los usuarios en redes sociales llevaron a poner el nombre del Metro entre las tendencias de Twitter varios días, incluso de manera consecutiva. El despliegue de la Guardia Nacional llegó con escepticismo a los usuarios, que defendían que el problema del metro era el del mantenimiento y no el de la seguridad. En las últimas semanas, el número de incidentes del servicio utilizado al día por más de cinco millones de personas ha visto una reducción, según defiende la mandataria con la decisión adelantada este martes.
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