La guerra arancelaria lastra las exportaciones de los países más industrializados



El pulso arancelario desatado por el mandatario estadounidense Donald Trump contra China está impactando en las actividad comercial de los países más industrializados del mundo, según los últimos datos difundidos ayer por la OCDE. Las exportaciones de los países que integran el G20 retrocedieron un 1,9% durante el segundo trimestre del año, el mayor retroceso en los últimos tres años. Las importaciones de los países más ricos volvieron a caer un 0,9% y encadenan tres trimestres en números rojos.
La crisis comercial entre las dos mayores economías del mundo estalló en marzo del año pasado. Entonces el presidente de EE UU, Donald Trump, anunció una subida de los aranceles sobre el acero para China. Desde entonces, se ha producido una escalada de la tensión comercial entre ambas potencias que alcanzó su cénit la semana pasada cuando China decidió imponer aranceles sobre productos estadounidenses por un valor de 75.000 millones. Trump respondió airado prometiendo más aranceles para casi todos los productos importados del gigante asiático y ordenó a las empresas estadounidenses buscar una alternativa a China para fabricar sus productos. Ese día, lanzó varios tuits afilados contra su rival comercial: “Las vastas cantidades de dinero hecho y robado por China a EE UU, año tras año, durante décadas, deben acabar y acabarán”, escribió en la red social. “No necesitamos a China y estaríamos mejor sin ellos”, agregó.
Toda esta tensión está provocando un aumento de la desconfianza global y sobre todo un encarecimiento de la actividad comercial, como demuestran los datos sobre el comercio internacional de mercancías publicados ayer por la OCDE, el club que integra a las 36 economías más desarrolladas del mundo.
Los protagonistas de este duelo arancelario acusan la tensión. Las exportaciones se contrajeron un 5,3% en China, su nivel más bajo desde 2017. Las ventas al exterior de Estados Unidos también cayeron un 1,15%, su nivel más bajo desde el primer trimestre de 2018. “Las importaciones aumentaron marginalmente en ambos países debido a un repunte en el comercio bilateral entre EE UU y China, posiblemente reflejando el almacenamiento en previsión de las nuevas medidas arancelarias”, dice la OCDE. Solo así se explica que las exportaciones de EE UU a China y las importaciones procedentes de China crecieron un 2,7% y un 0,2% respectivamente en el segundo trimestre, “aunque permanecen significativamente por debajo de los máximos observados en el tercer trimestre de 2018”.
En la UE, las exportaciones e importaciones se contrajeron un 1,7% y un 2,3% respectivamente. “En medio de la incertidumbre del Brexit, el Reino Unido experimentó contracciones significativas tanto en las exportaciones (menos 7,1%) como en las importaciones (menos 12,6%)”.


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