Por primera vez desde el inicio de la guerra en Ucrania tras la invasión del Ejército ruso el 24 de febrero asoman las costuras del Gobierno alemán y la llamada coalición semáforo, entre verdes, liberales y socialdemócratas, que lidera el canciller Olaf Scholz. Los Verdes y el FDP le han acusado en los últimos días públicamente de impedir el envío de armamento pesado a Ucrania y han denunciado que la actitud de Scholz, que califican de “pasiva”, daña la imagen de Alemania.
El diputado Anton Hofreiter, destacado miembro de Los Verdes y presidente de la Comisión de Europa del Bundestag, dijo el jueves en el programa de la cadena RTL Berlin Direkt que Alemania necesitaba más liderazgo y decisión en el envío de armas a Ucrania. “Estamos perdiendo un enorme prestigio entre nuestros vecinos y el problema se encuentra en la Cancillería”, dijo Hofreiter, en la primera crítica pública de su partido a Scholz. “Debemos empezar a suministrar por fin a Ucrania lo que necesita, y eso incluye armamento pesado. Alemania debe dejar de bloquear el embargo energético, especialmente el del petróleo y el carbón” añadió el parlamentario. “La pregunta que se hacen en todas partes es dónde se sitúa Alemania. Y esto no es solo un problema para la gente de Ucrania, sino que también lo es para nosotros”, insistió el político.
Hofreiter no ha sido el único parlamentario de la coalición gobernante que ha condenado el silencio y la ambigüedad de la Cancillería sobre el envío de armas al Gobierno de Kiev. La presidenta de la Comisión de Defensa, Marie-Agnes Strack-Zimmermann, de los liberales del FDP, también subrayó el miércoles la falta de liderazgo de Scholz en esta cuestión. “Él tiene la competencia para emitir directivas. Debe decir claramente lo que quiere, de manera que los ministerios puedan actuar de forma leal y coordinada en el seno del Gabinete. Ahora cada uno se dedica a lo suyo. Y, por supuesto, esto no es sostenible”, declaró la política al canal de televisión Welt.
La liberal Strack-Zimmermann, cuyo nombre figuró en las quinielas para ocupar la cartera de Defensa, también afirmó que el estilo del canciller Scholz le recordaba a la legislatura de su predecesora, Angela Merkel. “Ella tampoco marcaba el rumbo, sino que miraba hacia donde iba la opinión pública y luego se ponía a la cabeza del movimiento”, argumentó.
Primera visita de diputados alemanes a Ucrania
Las declaraciones de Hofreiter y Strack-Zimmermann llegaron poco después de la visita que estos dos políticos, junto al diputado socialdemócrata Michael Roth, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Bundestag, emprendieron a la ciudad ucrania de Lviv este martes. En este primer viaje de altos cargos del Bundestag a Ucrania, los diputados alemanes se reunieron con representantes del Parlamento ucranio y visitaron un hospital con heridos y una refinería destruida por Rusia.
La conversación de los alemanes con los diputados ucranios se centró en la cuestión de la entrega de armas y en la compra alemana de gas y petróleo ruso. “Se nos transmitió muy claramente el deseo de recibir armas pesadas, y también el de que haya un completo embargo energético”, dijo Hofreiter. “Estoy a favor de que se detengan inmediatamente las importaciones de petróleo de Rusia”, añadió.
Tras la visita a Lviv, los tres miembros del Bundestag se pronunciaron a favor de una nueva entrega de armas a Ucrania, de detener las importaciones de petróleo ruso lo antes posible y de ofrecer a Kiev una perspectiva clara sobre su solicitud de ingreso en la UE. “Debería haber una amplia mayoría para esto en el Bundestag. Alemania debe asumir una responsabilidad aún mayor”, decía el documento conjunto de los tres diputados.
Desde que estalló la guerra, el Gobierno alemán se ha visto sometido a una presión creciente ante su negativa a suministrar armas pesadas a Ucrania para repeler el ataque ruso. Las autoridades ucranias denuncian la dilación y secretismo del Gobierno, como también lo han hecho políticos de la oposición.
La ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, se pronunció el lunes a favor del suministro de armas pesadas a Ucrania y la empresa Rheinmetall, el mayor fabricante de armas de Alemania, ofreció enviar 50 tanques Leopard I. Cuatro días después, el canciller Scholz, que prometió desde la tribuna del Bundestag un cambio radical en la política de su país respecto a Rusia y una multimillonaria inversión en el Ejercito alemán, sigue en silencio.
Scholz ha descartado explícitamente que Alemania y la OTAN entren directamente en la guerra. Algunos observadores creen que esta moderación militar de Berlín pretende mantener abiertos los canales de comunicación con Moscú.
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