https://elpais.com/internacional/2022-10-18/la-huelga-sindical-en-francia-altera-parte-del-transporte-publico-pero-no-logra-paralizar-el-pais.html

La huelga sindical en Francia altera parte del transporte publico pero no logra paralizar el pais

La huelga interprofesional convocada para este martes por varios sindicatos en demanda de mejoras salariales para contrarrestar la inflación no ha logrado paralizar Francia. Siguen los bloqueos en las refinerías de petróleo y las colas en las gasolineras no se reducen, pero la movilización está lejos de extenderse al resto de la economía. El transporte de cercanías y en autobús se ha visto perturbado por los paros. El llamamiento sindical, sin embargo, está teniendo un seguimiento discreto en la educación, y en ciudades como París, el metro funcionaba como un día cualquiera.

El objetivo de los cuatro sindicatos que convocaron la huelga ―entre ellos, la CGT, pero no el primero en Francia, la moderada CFDT― era extender a todos los sectores económicos la protesta que se inició a finales de septiembre en las refinerías de petróleo. El intento, visiblemente, ha resultado fallido.

Unas 150 concentraciones se han convocado por toda Francia. En París, los manifestantes han marchado desde las dos de la tarde entre la plaza de Italia y los Inválidos, donde está enterrado Napoleón.

A media jornada, y según las cifras del Ministerio de la Educación Nacional, el paro había tenido un seguimiento de poco más del 6% en este sector. En los liceos (institutos) era algo mayor: cerraron 550 establecimientos, según un sindicato del sector citado en la cadena de radio France Info.

La Gare de Lyon, una de las principales estaciones de tren de París, estaba menos concurrida que de costumbre. El motivo es que el impacto de la huelga fue considerable en los trenes de cercanías, fundamentales para los trabajadores que se desplazan del extrarradio a la ciudad y viceversa. Los paneles informativos indicaban que en algunas líneas circulaba uno de cada tres trenes; en otras, uno de cada dos, y en otras, dos de cada tres. Los trenes de largo recorrido, en cambio, funcionaban con normalidad.

Únete para seguir toda la actualidad y leer sin límites.

Suscríbete

Ante la falta de trenes de cercanías y la carestía de gasolina y las colas en las estaciones de servicio, muchos franceses optaron por el teletrabajo. El temor del Gobierno, más que la huelga de este martes, es que se repitan en los próximos días los paros en el transporte y que, sumados a la movilización de las refinerías, arruinen los desplazamientos previstos para las vacaciones escolares de otoño, que empiezan este fin de semana.

La huelga conecta con una preocupación general en Francia sobre los salarios, la merma del poder adquisitivo y la inflación, la más baja en la UE con un 6,2%. Pero, viendo el seguimiento a media jornada y de acuerdo con los sondeos, no goza de un apoyo mayoritario. Un 49% de los franceses estaba en contra del paro y un 38%, a favor, según un sondeo del instituto Elabe. La cifra de partidarios de la huelga es 20 puntos inferior a la de los que defendían las huelgas del invierno de 2019 contra la reforma de pensiones, según explicó en la cadena BFM-TV el director de Elabe, Bernard Senanes.

Es una incógnita si esta huelga anticipa una inflamación del conflicto social en los próximos días y semanas, o si, después de un paréntesis de casi tres años marcados por la pandemia y las políticas de gasto del presidente Emmanuel Macron, certifica el regreso a la costumbre de huelgas y manifestaciones periódicas en Francia. “El momento es interesante”, escribe la columnista de Le Monde Françoise Fressoz, “porque marca de manera espectacular el retorno a una especie de normalidad francesa después del paréntesis estatista en el que vivió el país desde marzo de 2022.”

Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.

Source link