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La imagen más solitaria de Ortega Cano tras la desaparición de Ana María Aldón

Comienza una nueva semana en la familia de José Ortega Cano y nada parece haber cambiado. La ley del silencio sigue siendo dominante. El diestro permanece en Madrid mientras que Ana María Aldón ha sido localizada en El Rocío, después de no acudir a trabajar a Viva la Vida el pasado sábado, algo que hizo saltar todas las alarmas. Sin embargo, la modista deslizó a su entorno que tan solo necesitaba desconexión y descanso junto a sus amigos. ¿Y su marido?

José Ortega Cano, caminando por Madrid / Gtres

La respuesta a esa pregunta no se ha hecho esperar puesto que el diestro ha sido visto este lunes 27 de junio por la mañana. Ortega salía de su casa para hacer algunos recados y, como era de esperar, no concedía ninguna declaración. Así, se le ha visto llegar al banco y de allí se iba hasta una asesoría integral de empresas, donde consiguió que le informase sobre temas fiscales y jurídicos.

Acto seguido ha parado en una conocida marisquería de la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes para tomar algo. Su actitud y gestualidad no da lugar a engaño. A Ortega se le vio caminando cabizbajo y triste, pues pasa por uno de los momentos más delicados en su vida de pareja. Sigue el hermetismo en torno a la situación real del matrimonio, si bien los implicados han negado en varias ocasiones que se vayan a separar.

José Ortega Cano, saliendo de una marisquería / Gtres

El caldo de cultivo lleva tiempo cociéndose pero fue su sorprendente llamada a Ya son las ocho la que ejerció de detonante de una situación que da visos de tornarse en insostenible.  Ahí se vio a un Ortega Cano harto de ser protagonista y no dudó en arremeter contra su propia familia: «Estoy cansado ya, estoy agotado por ser buena persona. No se puede ser tan buena persona como yo soy. Es la primera vez que digo esto. Pido a todos los míos primero, a Gloria que la quiero a morir, a mi mujer, que la quiero a morir, a mi niño que está en casa. Quiero que me dejen que yo haga mi vida. Si cada uno tiene la suya, yo las apoyo en todos los sentidos, tanto a una como la otra. Hay cosas que respetar en las distancias», dijo antes de comunicar que su tiempo en televisión ha terminado: «Yo no voy a ser siempre el intermediario en los programas. Con esto, no voy a hablar nada más en televisión, no quiero saber nada más de la tele», zanjó.

Ana María Aldón paseando / Gtres

Ha pasado tan solo una semana de esas contundentes palabras pero la sensación es que ha sido más tiempo porque el desgaste hace mella en todos los involucrados en este conflicto conyugal que se hace extensible también a la familia. Quienes la conocen ven a una Ana María Aldón completamente desgastada y con un tono muy bajo: «Hombre yo bien, bien no la veo… La veo desanimada, cuando la vi la última vez no la vi como otras veces», comenta para el programa Viva la Vida una de sus hermanas. Lo mismo que otro hermano, quien deja caer que la posibilidad de separarse de Ortega Cano coge cada vez más forma: «Estamos con ella en lo que decida». De momento, lo único seguro es que está reflexionando desde El Rocío qué camino escoger en su vida. Se debate entre seguir junto al viudo de Rocío Jurado, con el trabajo de sanar la relación que eso conlleve, o por el contrario, emprender camino en solitario, dejando atrás una relación sentimental que se ha escrito a golpe de polémica prácticamente desde el primer momento. Mientras, el torero no da muestras de estar mucho mejor.


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