La vida de Evangeline Lilly, actriz canadiense que dio vida a Kate Austen en la popular serie Perdidos, ha vuelto a la actualidad mediática en los previos al 20 aniversario del estreno de la ficción en el año 2004. Una producción que siguieron millones de personas en todo el mundo y en la que se narraba las perturbadoras historias de los supervivientes del vuelo 815 de Oceanic Airlines Sídney-Los Ángeles en una isla aparentemente desierta. Casi dos décadas en las que las vidas de los actores integrantes del reparto ha cambiado de una manera radical.
Evangeline Lilly en un evento / Gtres
Este es el caso de la protagonista de la historia dirigida por Jack Bender en un presente totalmente distinto al que un día imaginó cuando Perdidos alcanzaba la cima de su éxito. Ella misma hacía esta reflexión frente a sus más de dos millones de seguidores en uno de los perfiles de sus redes sociales : «Empecé en la serie Lost cuando tenía 24 años. Estaba muy segura de mi misma y llena de energía. Acabo de cumplir 44 y la vida ha tenido su forma de humillarme y suavizarme. Estas fotos se sienten como si hubiera pasado una vida entera y yo fuera una persona diferente. Me siento emocionada por lo que traerá esta próxima ‘vida’ -mis próximos veinte años-«, escribía la estrella el pasado 6 de agosto.
Un contundente texto que describe a la perfección el radical cambio de vida que ha experimentado desde sus inicios en la interpretación hasta su presente, unido a una visible transformación física de la que se han hecho eco multitud de medios de comunicación de todo el mundo. Atrás ha quedado su larga melena castaña y su indumentaria propia de una influencer que sigue los influjos de la moda, ahora, Lilly presume de una melena corta y rubio platino a la que ha llegado después de raparse por completo la cabeza. Junto con el corte de pelo, la indumentaria de Evangeline, ha tornado en un estilo hippie muy alejado del de una estrella de alfombra roja. Una distancia de los focos muy buscada, en lo que a estilo se refiere, y de la que presume cada cierto tiempo.
Pero este no ha sido el mayor cambio en el haber de la actriz. Su actitud ante la vida ha experimentado un giro radical de lo que un día percibieron los seguidores de su carrera artística. Ya en su día y tras acabar la serie, la artista confesara a la revista Women’s Health que ser actriz nunca fue su vocación: «actuar para mi no era un trabajo, no era ni un sueño ni una pasión». Unas palabras que hoy cobran una especial relevancia, dado su activismo en diferentes causas fuera del entramado artístico que un día le dio la popularidad.
A pesar de que su estela en la interpretación siguió presente tiempo después, (en el año 2013 con su participación en la saga del Hobbit y este mismo año en la película Quantumania), Lilly intentó adentrarse en el mundo de la literatura infantil, llegando a publicar un libro y ha sido protagonista de varias acciones de ayuda humanitaria que han trascendido a los medios de comunicación de manera puntual. Más allá de sus pasos profesionales y de índole social, Evangeline fue protagonista de una sonada polémica por su particular postura ante la crisis de la COVID debido a su perfil calificado por algunos como negacionista. En el momento en el que el Gobierno canadiense impuso las restricciones sanitarias para hacer frente a la pandemia, la actriz compartió una publicación en Instagram en contaba cómo acababa de dejar a sus hijos en un campamento asegurando que tras lavarse las manos estaban «jugando y riéndose. Lo de siempre». Un acto y un comentario que fueron objeto de fuertes críticas a nivel mundial.
Vida personal
Más allá de su lejanía con la producción que un día le dio la popularidad, la vida privada de Evangeline Lilly estuvo ligada de manera directa con Perdidos. Antes de entrar en el casting de la misma, la actriz estuvo casada con un jugador de hockey canadiense llamado Murray Hone. De 2004 a 2009, coincidiendo con el estreno de la ficción, la estrella salió con su compañero de Lost, Dominic Monaghan. Un romance que hizo las delicias de sus admiradores y que fue tocado por la fatalidad ya que, durante su convivencia, su casa se incendió y perdieron todas sus pertenencias.
Evangeline Lilly junto a su familia / Gtres
Tras su ruptura con Monaghan, Lilly salió con Norman Kali, asistente de producción de la serie. Una relación de la que nacieron sus dos hijos el primero en mayo de 2011 y el segundo cuatro años después. Más allá de su familia, durante el rodaje de Lost, la artista también estrechó lazos de amistad entabló con sus compañeros de ficción Emilie de Ravin (Claire Litteton), Jorge García (Hugo Hurley Reyes) y Maggie Grace (Shannon Rutherford).