La importancia de la eficiencia energética para elegir tus electrodomésticos

Los electrodomésticos representan más del 60% del consumo eléctrico del sector residencial, según Deloitte. Pero cada aparato puede tener un impacto diferente en la factura de la luz. El frigorífico es el electrodoméstico que más consume (30,6%). Le siguen el televisor (12,2%), la lavadora (11,8%), el horno eléctrico (8,3%) y el lavavajillas (6,1%). Para ahorrar energía, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) aconseja optar por electrodomésticos eficientes: “Al adquirirlos, recortarás en la factura de la luz desde el primer día”.

Pasar de un frigorífico con certificación energética G por uno con A supone una reducción de su consumo de más del 50%, según Deloitte. Al sustituir uno antiguo por uno más eficiente, es posible ahorrar unos 900 euros a lo largo de su vida útil, tal y como indica la Agencia Andaluza de la Energía.

Pero, ¿cómo puede conocer el consumidor la eficiencia de cada modelo? Con ese fin nació la denominada etiqueta de eficiencia energética, un sistema de clasificación que comenzó a utilizarse en algunos electrodomésticos hace más de 25 años. Actualmente, es obligatorio en frigoríficos, congeladores, lavadoras, secadoras, lavavajillas, hornos eléctricos o aparatos de aire acondicionado. Su formato ha variado en las últimas décadas. Hasta 2021 el etiquetado se basaba en unas pocas letras —de la A a la D—. A la letra A se le podían añadir uno, dos o tres símbolos + para indicar mayor eficiencia. Pero el 1 de marzo de 2021, en lavadoras y lavasecadoras, lavavajillas y frigoríficos, se produjo un cambio: se pasó a prescindir del símbolo +, de forma que ahora la eficiencia se mide únicamente por letras y colores.

Las nuevas etiquetas utilizan clasificaciones que van de la letra A a la G (siguiendo el orden del abecedario). Los aparatos marcados con la letra G y el color rojo son los menos eficientes, mientras que los productos con la letra A y el verde son los mejores energéticamente.

Sustituir un frigorífico con certificación energética G por uno con A supone una reducción de su consumo de más del 50%, según Deloitte. Además, puede suponer un ahorro de unos 900 euros a lo largo de su vida útil

El consumo de los electrodomésticos viene determinado por tres parámetros, explica José Luis Sancha, ingeniero eléctrico por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros del ICAI: la potencia, el tiempo de funcionamiento y la eficiencia. “El frigorífico no tiene una gran potencia, pero está conectado las 24 horas del día, por lo que, al final, es el electrodoméstico que más consume”, explica. Otros, como el horno, la secadora de ropa, el secador de pelo y la plancha, aunque son electrodomésticos de mayor potencia, “funcionan esporádicamente y por lo tanto su consumo energético en el hogar es menor”. “Dentro de cada electrodoméstico en concreto, cuanta mayor eficiencia, menor consumo”, añade.

Conocer el grado de eficiencia

Pero entonces, ¿hasta qué punto es importante fijarse en las etiquetas al adquirir uno de estos aparatos? “La eficiencia debería ser el factor más importante a la hora de comprar un electrodoméstico”, afirma Sancha. El experto recomienda elegir aparatos con calificación energética A. Además, subraya la importancia de “escoger aquellos aparatos con la potencia adecuada, ni mayor ni menor de la necesaria”. Una vez en el hogar, aconseja “utilizarlos en función de la situación concreta”. Es decir, elegir el programa adecuado de la lavadora o la temperatura apropiada del horno o del frigorífico. Mantenerlos adecuadamente también puede ayudar a “ahorrar energía y prolongar su vida útil”.

La tecnología QuickDriveTM permite a las lavadoras de Samsung ahorrar hasta un 50% de tiempo en el lavado y hasta un 20% en consumo energético.
La tecnología QuickDriveTM permite a las lavadoras de Samsung ahorrar hasta un 50% de tiempo en el lavado y hasta un 20% en consumo energético.

Múltiples electrodomésticos de Samsung tienen clasificación verde, e incluyen un código QR —obligatorio en todas las nuevas etiquetas— para obtener información más precisa sobre el consumo del aparato. Al escanearlo con un smartphone, se puede consultar información más detallada a través de la base de datos europea de productos para el etiquetado energético (EPREL). Dependiendo del electrodoméstico, no solo se informa del consumo eléctrico, sino que también se ofrecen datos sobre el agua utilizada por ciclo de lavado, la capacidad de almacenamiento o el ruido, entre otros.

Tecnología que ayuda a ahorrar

Samsung ha puesto foco en conseguir dicha eficiencia energética con productos de bajo consumo y alta calidad. Sus frigoríficos utilizan tecnología Digital Inverter en el compresor, lo que les permite usar un 50% menos de energía y, por lo tanto, conlleva un ahorro económico. Además, hace que el frigorífico sea muy silencioso y tenga una durabilidad mayor, con 10 años de garantía. La tecnología Metal Cooling también puede ayudar a ahorrar energía. Se trata de una placa metálica en el interior del frigorífico que reduce la dispersión del frío, ayudando así a conservar y restaurar la temperatura original, independientemente de cuántas veces abras y cierres la puerta.

Samsung aboga también por la optimización de espacio a través de la tecnología SpaceMax™.
Samsung aboga también por la optimización de espacio a través de la tecnología SpaceMax™.

La firma coreana no solo piensa en ahorrar electricidad sino optimizar espacio. Su tecnología SpaceMax™ logra más capacidad interior con el mismo espacio exterior y mayor eficiencia energética sin bajar el rendimiento. El sistema Digital Inverter también está presente en los motores de las lavadoras Samsung para que el usuario pueda ahorrar energía, alargar la vida de la lavadora y hacer una colada mucho más silenciosa. También cuentan con 10 años de garantía.

Pero si por algo se caracterizan las lavadoras de Samsung, es porque están equipadas con la tecnología QuickDrive™, que permite ahorrar hasta un 50% de tiempo en el lavado y hasta un 20% en consumo energético gracias al doble giro del tambor. Este sistema cuida la ropa y permite “ahorrar un 50% en energía con respecto a las lavadoras convencionales” y hacer la colada sin tener que usar agua caliente. Al ser más rápido es más efectivo. Pero esto no es todo ya que gracias a su tecnología EcoBubble™ pensada para conseguir excelentes resultados en agua fría “el agua con detergente se mezcla con aire antes de entrar en el tambor, generando una capa de burbujas que penetra más rápido en las prendas y las protege de la fricción”, indican desde la compañía.

La firma coreana ha puesto foco en conseguir la eficiencia con electrodomésticos de bajo consumo y alta calidad. En su catálogo destacan los frigoríficos, las lavadoras o las secadoras

Además, las lavadoras de Samsung están equipadas con lo que la compañía llama Auto Dosificador+, un sistema que sirve para ahorrar detergente y tiempo en tener que reponerlo en cada lavado. Gracias a sus cuatro sensores, el dosificador ajusta automáticamente la cantidad de detergente, suavizante y agua, así como la duración del ciclo de lavado, en base a la cantidad de ropa y nivel de suciedad. Para eliminar prácticamente todos los alérgenos y bacterias impregnadas en las prendas, estas lavadoras cuentan con un programa específico de vapor que actúa al final del ciclo de lavado principal.

La app SmartThings™ permite programar el lavado a la hora deseada y, gracias a la inteligencia artificial, sugiere el ciclo más eficiente para cada colada. Esta aplicación también resulta muy útil con las secadoras de la marca surcoreana: sugiere programas en función de la colada y ofrece consejos basándose en las necesidades del usuario.

Múltiples productos de Samsung tienen clasificación verde, e incluyen un código QR  para obtener información más precisa sobre el gasto de energía del aparato.
Múltiples productos de Samsung tienen clasificación verde, e incluyen un código QR para obtener información más precisa sobre el gasto de energía del aparato.

Por otro lado, las secadoras de Samsung también destacan por la tecnología de bomba de calor, que ofrece un secado de ropa con eficiencia energética y un coste reducido, ya que consumen mucha menos energía que las secadoras convencionales. Estos aparatos cuentan con una función que recuerda los hábitos de secado y sugiere programas en función de la colada.

Estos avances confirman una vez más la importancia de la tecnología para ayudar a ser más eficientes energéticamente. Un buen ejemplo de ello son las innovaciones incorporadas por Samsung en cada uno de sus productos, que permiten al usuario disminuir el consumo de energía para ser más sostenibles a la vez que optimizan el espacio de su frigorífico o ahorran tiempo y dinero con cada lavado o secado.


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