Oficialmente nombrado como Museo Nacional del Prado, en Madrid, es uno de los más importantes del mundo, siendo la institución cultural más importante de España. Acoge las obras pictóricas del resto de Europa entre los siglos XV y XVIII, y españoles del XIX. Pero ¿por qué el Museo del Prado se llama así?
Aunque lo visitan millones de personas cada año, muchos de ellos no saben el origen de este nombre. Lejos de lo que podías pensar, su nombre no está relacionado con el arte.
¿Por qué el Museo del Prado se llama así?
Nació con un nombre distinto, puesto que anteriormente se llamaba Museo Nacional de Pintura y Escultura. El Real Decreto el 14 de mayo de 1920 cambió este nombre para pasar al que conocemos actualmente, Museo del Prado, porque popularmente lo nombraban así por su ubicación, al estar en el antiguo Prado de los Jerónimos.
Tampoco el edificio tenía la función actual. Pues, diseñado en 1785, por orden de Carlos III, como Gabinete de Ciencias Naturales, fue Fernando VII, impulsado por su esposa la reina María Isabel de Braganza, quien finalmente decidió su destino como Real Museo de Pinturas y Esculturas.
¿Qué encontramos en el Museo del Prado?
Es uno de los más completos del mundo. No en vano, acoge un inventario de 35.000 objetos, desglosados en 8045 pinturas, 9561 dibujos, 5973 estampas y 34 matrices de estampación, 971 esculturas (además de 154 fragmentos), 1189 piezas de artes decorativas, 38 armas y armaduras, 2155 medallas y monedas, por encima de 15 000 fotografías, 4 libros y 155 mapas.
Todo ello lo convierte en uno de los más visitados de España y también del mundo. En su arquitectura y según la web propia del museo, es un campus museístico compuesto por varios inmuebles situados en pleno centro de la ciudad de Madrid: el edificio Villanueva, el Claustro de los Jerónimos, el Casón del Buen Retiro, el edificio administrativo de la calle Ruiz de Alarcón, y el Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro.
Por tanto, es un edificio que ha sido remodelado varias veces a lo largo de la historia porque cada vez había más colecciones e interesantes exposiciones temporales. En los años noventa del siglo XX, agotadas todas las posibilidades de seguir creciendo, entonces se amplió pero a través de los espacios en edificios del entorno. A destacar que El Museo Nacional del Prado vuelve a abrir al público las salas dedicadas a la colección del siglo XIX con la visión más profunda, audaz e integradora desde que se inauguraron en 2009 como parte del Plan de Colecciones denominado La colección: La otra ampliación.
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