Que Netflix abarca un catálogo diverso es algo que cualquiera que haya navegado en algún momento por la plataforma sabe. La empresa comandada por Ted Sarandos aglutina contenido propio como bandera y del mismo modo, adquiere los derechos de retransmisión de películas y series de todo el mundo. Es por eso que lo noticiable, la portada y en definitiva lo llamativo aparece de la mano de las grandes superproducciones. Títulos como No mires arriba o Alerta roja llaman increíblemente la atención por el reparto de primera línea, pero solo poniendo atención en esos films, se pasa por alto algún que otro contenido encomiable. Ese es el caso de la joya oculta de Netflix que ha pasado desapercibida: El sol que abrasa.
Ahora que películas como Parásitos o series como El juego del calamar dan la vuelta al mundo, ya es hora dejar de lado los prejuicios existentes con el cine oriental. El sol que abrasa, cuyo título original es Yangguang puzhao es una película taiwanesa del 2019 que no obtuvo un redito de premios equivalente a las buenas sensaciones transmitidas por los críticos internacionales. Tanto es así que este drama reflexivo, mantiene un 7,1 de nota la web de Filmaffinity y un 7,6 en IMBD. Pero ¿de qué trata esta joya oculta de Netflix?
El sol que abrasa, conocida como A Sun en el mercado internacional, narra la historia de una familia complicada. A-Ho, el hijo más joven, siempre ha sido un chaval conflictivo y sus malas decisiones le han llevado a terminar en la cárcel. Por eso el patriarca de la familia ha puesto todas sus energías y esperanzas en el solitario y tímido hijo mayor, A-Hao.
Dirigida por Chung Mong-hong, El sol que abrasa parece haber sido por fin la confirmación de un cineasta que, desde su debut en 2008 con Parking no había terminado de firmar una obra tan redonda. Este es su sexto largometraje y como todo director que atrae las miradas del sector del streaming, Netflix le ha producido su siguiente película titulada La cascada y que por supuesto, está disponible dentro de la plataforma. Protagonizada por Chen Yi-Wen, Samantha Ko y Wu Chien-Ho, los premios Satellite Awards la tuvieron en cuenta, nominándola como la mejor película de habla no inglesa. Desgraciadamente la distribución mundial, a menudo tan difícil con las películas que llegan del mercado oriental, llevó al imposible y perecedero recorrido en el mundo de los festivales de cine.
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