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La leve lluvia da una tregua en la contención del incendio que arrasa Sierra Bermeja

El trabajo de los medios desplegados en la lucha contra el incendio de Sierra Bermeja ha comenzado este lunes a dar frutos. Tras un día de leve llovizna intermitente, los vecinos de cinco de los seis pueblos que el domingo fueron desalojados pueden regresar a casa desde la noche, según ha informado, a última tarde de la noche, la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, que ha pedido un “realojo prudente, ordenado y progresivo”. Desde el servicio de gestión de emergencias 112 señalan que el dispositivo para retornar a sus casas a los vecinos que requieren transporte especial y estaban en Ronda o en casas familiares en otros municipios se realizará la mañana del martes. En total serán unas 1.366 personas las que se espera que regresen.

Solo Genalguacil, el pueblo al que el fuego es aún más cercano, permanece cerrado. “A ver si el martes podemos regresar”, expresaba Andrés, vecino de Genalguacil que ha tenido que trasladarse a casa de familiares en la cercana localidad de Benarrabá, “allí no ha llegado el fuego, pero sí hay mucho humo”. Las llamas que han consumido ya 10.000 hectáreas de monte no son la única amenaza para los habitantes de la sierra. La humareda provocada por el incendio, cargada de cenizas, ha llegado a ser tan intensa en alguno puntos que cegaba la vista al paisaje.

En esa región es donde se han desplegado dos secciones de la UME. Pese a las previsiones favorables, sobre todo gracias a la lluvia que se espera este martes, el fuego sigue activo y se resiste allí a la extinción. “En la zona de Jubrique y Genalguacil se están haciendo ataques y sofocando ciertos focos secundarios que van saltando”, explica el comandante Ángel Luis Fernández, “en la zona suroeste se está haciendo la defensa de Casares, que es el frente de llamas que está ahora más activo, aunque ya es zona quemada, pero el fuego coge allí más altura y produce más nerviosismo”.

La entrada de una borrasca este lunes que ha estabilizado los vientos cambiantes y la atmósfera cargada de levante ha contribuido a frenar el avance descontrolado del fuego hacia el norte, donde corría este domingo después de que se declarase un nuevo foco provocado por la propia dinámica de un incendio que ya se da por intencionado. La Fiscalía de Medio Ambiente también apunta a la hipótesis del fuego provocado y respalda la investigación iniciada por la Guardia Civil y el Seprona que apunta a “la existencia de varios focos iniciales del mismo, originados de forma prácticamente simultánea y cercanos a sendos puntos de una carretera poco transitada, con posibilidad de estacionamiento de vehículos”. La investigación aún sigue abierta. Las condiciones en las que se desarrolla el incendio y la prioridad de los trabajos de contención ha impedido hasta ahora que se tengan datos suficientes sobre la posible autoría de los mismos, prosiguiendo las averiguaciones.

Todos los ojos están puestos en el cielo nublado que hoy cubre buena parte de la Costa del Sol. “La lluvia será algo que nos ayudará a mejorar las condiciones”, ha explicado el director del COR, “pero no lo va a apagar”. El principal problema son las altas temperaturas que se registran en la zona y que impiden que el agua llegue hasta el suelo. También será fundamental que se mantenga el nivel de humedad, ya que empiezan a escasear las fuentes de agua donde pueden repostar los hidroaviones y helicópteros que descargan a destajo durante las horas de luz. “El tener más medios a veces nos ocasiona más problemas”, ha puntualizado Sánchez.

Durante las tareas de extinción, uno de los helicópteros Superpuma del Plan Infoca ha sufrido un accidente que no ha provocado daños personales entre sus 19 tripulantes. Una nube de polvo originada por los trabajos de la maquinaria pesada ha hecho que el piloto perdiera la visibilidad. El aparato ha colisionado contra un árbol y ha caído al suelo, sin que afortunadamente se produzcan daños personales. En la zona trabajan hasta 51 medios aéreos, en un espacio relativamente pequeño, que comparten con la maquinaria pesada y los bomberos forestales. El riesgo de accidentes aumenta cuanto mayores sean los medios desplegados, explican fuentes de la Junta de Andalucía.


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