San Paolo Pizza Bar trae a Madrid una propuesta tan novedosa como rompedora. La mejor tradición de las pizzas brasileñas al estilo paulista aúnan las masas clásicas romana y napolitana junto con unas recetas totalmente novedosas y adaptadas a los paladares madrileños.
Quién mejor que la familia Iglesias, propietaria del Grupo Rubaiyat, para convertir algo tan clásico como una pizza, pero con el sabor y las recetas brasileñas junto con nuevas propuestas. Para ello, nadie mejor que el famosísimo Deco Lima, creador de las pizzerías Bráz, las más famosas de Sao Paulo.
La herencia italiana junto al colorido ambiente brasileiro se concentran en este local situado en pleno barrio de Chamartín, junto al restaurante Rubaiyat –especialista en carnes al más puro estilo brasileño y argentino– y donde reunirse con amigos para disfrutar de unos vinos, en la mejor compañía y degustando las decenas de recetas que proponen sabores españoles junto a la tradición pizzera brasileña.
Paleta ibérica, txistorra, boquerones, piparra o anchoas de Santoña, junto a la clásica Albahaca fresca, la mozzarella artesanal o los tomates San Marzano son algunas de las propuestas de productores locales junto a las masas que mezclan la harina Caputo y ecológica de molienda lenta a la piedra para lograr unas pizzas perfectas.
La sabia elección de los ingredientes y el artesanal trato a los mismos mezclan el estilo grueso napolitano junto a las crujientes masas romanas para el deleite de los amantes de la pizza. El secreto –ahora que no nos lee nadie– tostar durante más tiempo las pizzas en el horno, tres minutos a 340-380 grados, hornos Izzo traídos específicamente de Nápoles.
La carta del San Paolo Pizza bar cuenta con 15 deliciosas recetas de pizza, entre rojas y blancas, donde los ingredientes destacan por su calidad y, sobre todo por su cantidad, y con unas propuestas realmente espectaculares. La castiza Matrimonio, con anchoas, boquerones o piparras; la de paleta ibérica 100% bellota; la 4 quesos, pero con producto 100% español; la de mortadela con burrata y crujiente de pistacho o la de ensalada de ventresca… Sabores clásicos, mezclas sorprendetes y ambientazo.
¿Lo mejor de estas pizzas? Están pensadas para compartir y se pueden customizar completamente, pidiendo mezclar varias recetas en una sola. También son adaptables a vegetarianos y veganos.
Una pequeña selección de antipasti y ensaladas, entre las que destaca la de rosbif de Rubaiyat, y postres como el tradicional cannoli, el brownie o el pudin de leche (el flan brasileño de toda la vida), completan una oferta junto a una seleccionada y contenida bodega y coctelería que será la sensación de la temporada.
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