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La ministra chilena Izkia Siches pone la lactancia materna en la agenda de La Moneda

La ministra de Interior de Chile, Izquia Siches, amamanta a su hija durante un evento cultural realizado el sábado 12 de marzo en La Pintana, Santiago de Chile.
La ministra de Interior de Chile, Izquia Siches, amamanta a su hija durante un evento cultural realizado el sábado 12 de marzo en La Pintana, Santiago de Chile.Cristian Soto Quiroz

La ministra del Interior chilena, Izkia Siches, líder del Gabinete de Gabriel Boric, el primer Gobierno chileno que se ha declarado explícitamente feminista, desde el nacimiento de su única hija hace 10 meses ha manifestado su especial preocupación por la lactancia materna. Lo ha mostrado en diversas ocasiones a través de las redes sociales y, en su primera semana en el cargo en La Moneda, una de las primeras fotografías que subió fue una imagen que la mostraba extrayéndose leche con un máquina en dependencias del Palacio de Gobierno chileno, con la foto oficial de Boric al fondo. La médica de 36 años, sin partido político, una de las figuras de mayor popularidad entre quienes lideran los 24 ministros de Boric –14 de esas carteras ocupadas por mujeres–, el lunes pasado acompañó la fotografía con una ilustración y el siguiente mensaje: “¡Soy una vaquita lechera!”.

La publicación –no exenta de críticas por la comparación y otras consideraciones–, ha sido una imagen muy compartida en redes sociales y ha dado origen a debates diversos. Días antes de asumir, en la conmemoración del 8M junto a las mujeres del Gabinete de Boric, la ministra Siches –la primera mujer en Chile que ha llegado a Interior, encargada de la jefatura política y de la seguridad pública–, comentó: “Esperamos que en todos los recintos en donde nos desempeñemos como mujeres trabajadoras nunca exista un espacio en donde nos manden a un baño a sacarnos leche, donde nos restrinjan en nuestras libertades de alimentación, cosas básicas que hoy día siguen siendo una deuda”.

Siches suele remarcar su faceta de madre. Comparte fotos de su pequeña hija Khala desde su nacimiento y, cuando la niña era muy pequeña, contaba en sus redes sociales algunos problemas que asomaban, como la crisis de lactancia. Cuando en noviembre anunció su renuncia a la gremial Colegio Médico para integrarse como principal figura de la campaña de segunda vuelta de Boric, a quien conoce hace años, hizo mención a ella: “Miro la cara de mi hija y sé lo que debo hacer”.

La ministra chilena Izkia Siches en una publicación en su cuenta de instagram. Izkia Siches

Con su niña realizó la gira de campaña en un autobús –la llamada ruta de la esperanza, como la bautizaron–, desde donde subió fotografías y vídeos amamantando. Y luego, tras la nominación como principal figura política del nuevo Gobierno, escribió en redes: “Próximamente seré ministra del Interior, pero sigo siendo mujer, madre y esposa y no renunciaré a nada de ello, así que es muy probable que me vean en el mall, en el súper o en la calle, para que se vayan acostumbrando”. Uso de hashtag #cuerpodemamá

En otra ocasión, antes de que asumiera el mando, defendió que la corta edad de Khala no resultaba un impedimento para asumir un cargo tan complejo. En enero aseguró: “Me siento muy honrada porque el presidente electo haya pensado en mí para asumir un cargo de tanta relevancia y lo voy a hacer con mi hija en brazos, tal como hicimos en la campaña. Esto abre nuevas puertas”. Para Siches, “solo a las mujeres se les interpela por el hecho de ser madres” y “no es que mi marido vaya a ser padre y madre, sino que él va a ser padre y yo voy a seguir cumpliento mis funciones de madre como corresponde”. En aquella oportunidad habló de la necesidad de “repensar toda la estructura habitual en la que se construye el poder en Chile” y criticó que a los ministros hombres con hijos pequeños nadie les preguntara sobre el asunto.

En los primeros días de instalación, el Gobierno de Boric y sus ministros han realizado múltiples gestos simbólicos en torno a las banderas feministas. El propio presidente, por ejemplo, nombró a una mujer como su chófer el día del cambio de mando y nominó a la primera mujer edecán de Presidencia, a una teniente coronel de Carabineros. En el plano político, decidió que el Ministerio de la Mujer –liderado por Antonia Orellana– se instale en el propio Palacio de Gobierno. Es una cartera que, por primera vez, formará parte del comité político de ministros, es decir, el primer anillo de confianza del presidente y donde se toman las decisiones de mayor relevancia. Esta Administración busca impulsar una agenda de género desde todo el Gobierno y que aquello se refleje en cada una de las políticas públicas, mientras la convención constitucional avanza a paso firme por ampliar los derechos sexuales y reproductivos de las chilenas.

Las ministras del Gobierno se dejan ver con sus niños y niñas, como el pasado domingo cuando el Gabinete festejó la toma de posesión de una comuna popular del sur de Santiago, La Pintana. Siches, Orellana y la ministra de Cultura, Julieta Brodsky, aparecieron con sus hijos e hijas, aunque también lo hizo el ministro de Economía, Nicolás Grau, que llegó con su niña.

Ha sido un aterrizaje complejo en el cargo. El martes, en la primera gira oficial de Siches como ministra, fue recibida con una emboscada –con disparos y coches quemados– cuando pretendía ingresar a la comunidad mapuche de Temucuicui, en la región de La Araucanía, un hecho que optó por no denunciar ante la Justicia. Este viernes, al finalizar su primera semana, reflexionó sobre estos días de instalación: “Fue una semana intensa. Me ha tocado liderar un ministerio exigente, sin descuidar mi labor de mamá. Si bien ha sido cansador, he sentido la gratificación de trabajar por todas las personas de este país. ¡Muchas gracias a quienes me han dado su apoyo y a mi equipo!”.

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