Annalena Baerbock y Naser Burita, este jueves en Rabat.JALAL MORCHIDI (EFE)
El conflicto del Sáhara Occidental ha despertado el mayor interés en la visita de dos días que la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, ha efectuado a Rabat. En una rueda de prensa con su homólogo marroquí, Naser Burita, Baerbock ha reiterado este jueves el apoyo de Berlín a la propuesta de autonomía marroquí como “una buena base” para llegar a una solución aceptada en el contencioso que enfrenta a Marruecos con el Frente Polisario, respaldado por Argelia. Por su parte, Burita ha aprovechado la ocasión para censurar duramente unas declaraciones de Josep Borell, el alto representante de la UE para Política Exterior, en las que defendía una “consulta” a la población saharaui.
La visita de Baerbock ha sido la primera de un mandatario alemán a Marruecos tras las tensiones que atravesó la relación entre ambos países durante buena parte del año pasado. La crisis se cerró en diciembre después de que asumiera el poder en Alemania el nuevo Ejecutivo de coalición, liderado por el socialdemócrata Olaf Scholz, quien ha optado por acercarse a las tesis marroquíes en el conflicto del Sáhara Occidental, tal como le exigía Rabat. Ese acercamiento alemán fue previo al giro imprimido por el presidente español, Pedro Sánchez, a la política respecto a la excolonia española. El Gobierno español fue más lejos que el alemán al considerar la propuesta de autonomía que defiende Rabat como “la más seria, realista y creíble”.
Mientras Berlín abogaba antes por una “solución acordada entre las partes”, ahora considera que el plan de autonomía marroquí representa “un esfuerzo serio y creíble de Marruecos y una buena base para una solución”, una frase presente en la declaración conjunta que puso fin a la visita de Baerbock este jueves por la tarde. El documento también expresa el respaldo de ambos países al diplomático sueco Steffan de Mistura como enviado especial de la ONU para el conflicto.
En la comparecencia conjunta, el jefe de la diplomacia del país norteafricano fue preguntado por unas declaraciones del alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, respecto al Sáhara Occidental. En una entrevista concedida a TVE, Borrell se refirió a la realización de un referéndum para el pueblo saharaui. Burita espetó: “Deploramos estas declaraciones porque no reflejan la posición de España ni la de la Unión Europea”. “Esperemos que se trate de un lapsus de Borrell”, añadió después de asegurar que el propio jefe de la diplomacia europea ya había matizado sus propias palabras en una entrevista posterior concedida a la agencia EFE, en la que abogó por una solución “acordada entre las partes” en el marco de Naciones Unidas.
La raíz de la polémica se halla en un discurso el pasado sábado del rey de Marruecos, Mohamed VI, en el que elogió la posición española como “clara y responsable” en la cuestión del Sáhara Occidental, después de la posición adoptada el pasado marzo, e instó a otros países de la UE a seguir sus pasos. En TVE, Borrell quiso desmentir que hubiera discrepancia alguna entre las posturas de Madrid y Bruselas. “La posición que tiene el Gobierno español era y es la de la UE. Es decir, defender la realización de una consulta para que sea el pueblo saharaui quien decida cómo quiere que sea su futuro”, dijo Borrell, lo que se interpretó como un apoyo a la realización de un referéndum de autodeterminación en el Sáhara, la posición defendida por el Polisario y que resulta inaceptable para Rabat.
La visita de Baerbock ha puesto de manifiesto la importancia que Berlín concede a su cooperación con Marruecos, sobre todo en el ámbito de la producción de energías limpias, y en concreto, el hidrógeno verde. Ya antes de su llegada, Baerbock definió a Marruecos como un pilar estratégico en la transición energética europea y recordó que el país magrebí “trabaja en estrecha colaboración con Alemania para el desarrollo de energías renovables desde hace más de una década”. De hecho, los analistas alemanes atribuyeron a este interés el hecho de que Baerbock y su partido, los Verdes, abandonaran sus tradicionales simpatías por el Frente Polisario para pasar a aplaudir el plan de autonomía marroquí.
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En la declaración conjunta de este jueves, también se hace mención a la necesidad de profundizar la cooperación en el ámbito de la migración, “un desafío común y una responsabilidad compartida”, así como en los esfuerzos para estabilizar el Sahel, asolado por la violencia yihadista.
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