Annette Schavan se convirtió este martes en la segunda ministra de Angela Merkel que ha perdido su título de doctor. Aunque su caso tiene el agravante de ostentar precisamente la titularidad del Ministerio de Educación, la democristiana (CDU) se ha limitado a anunciar que recurrirá judicialmente el fallo de la Universidad de Düsseldorf, que la ha dejado sin más título académico que el de bachillerato.
Según la comisión que ha estudiado su tesis durante más de ocho meses tras una denuncia anónima, la ministra de Educación incluyó en su trabajo textos ajenos de forma “sistemática y premeditada”. Bruno Bleckmann, decano de la facultad de Filosofía de la Universidad Heinrich Heine de la capital de Renania del Norte-Westfalia, explicó este martes por la noche que la ministra había presentado “como propio el rendimiento intelectual de otros autores”. Schavan defendió su tesis hace 33 años.
Hace dos años, el entonces ministro de Defensa Karl-Theodor zu Guttenberg dimitió por haber plagiado una parte considerable de su propia tesis doctoral. Cuando saltó aquel escándalo, la ministra Schavan dijo que se avergonzaba “más que en secreto”. A sus 57 años es considerada la ministra más próxima a Merkel en el actual Gabinete y una de sus personas de mayor confianza.
La comisión que ha vuelto a revisar su tesis considera probado que Schavan utilizó literatura secundaria sin citar debidamente a los autores. La joven estudiante hacía pasar por propias reflexiones sacadas de literatura secundaria que no siempre citaba ni, en algunos casos, incluía siquiera en la bibliografía. Así daba además a entender que había consultado fuentes originales citadas en esa literatura secundaria que no citaba. El blog Schavanplag recoge muchas de estas citas mal reseñadas.
Comparado con el 64% de las líneas plagiadas que contenía la tesis de Guttenberg según la página de internet Guttenplag, el fraude de Schavan resulta mucho menos grave. Pero suficiente para hacerle perder el título de doctora. Dado que no se licenció, la ministra y catedrática honoraria de la Universidad Libre de Berlín carece en este momento de grado universitario. El título de su tesis sobre filosofía es Persona y conciencia.
La canciller Merkel ha expresado repetidamente su confianza en Schavan y ha descartado categóricamente su dimisión por este escándalo. Pero en los ambientes políticos de Berlín hay dudas sobre su continuidad en el cargo, porque una ministra de Educación despojada de su título puede convertirse en un bache en el camino de Merkel hacia la reelección en las generales de septiembre. Merkel también dio su apoyo al barón de Guttenberg —que era la gran estrella conservadora de su Ejecutivo— hasta el momento de su dimisión tras varias semanas de escarnio público y de presiones por parte de la prensa culta, capitaneada por el conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung.
No obstante, las diversas similitudes, la menor extensión de su plagio, su proximidad con la canciller y su perfil político recatado conceden a Schavan más posibilidades de salvar el puesto. A Michael Kretschmer, vicepresidente del grupo democristiano en el Bundestag, le ha faltado tiempo para tachar de “farsa“ el proceso contra la tesis de Schavan. Aun así, su cartera pende de un hilo. La oposición pide a Merkel que lo taje ya.
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