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La misteriosa razón por la que no debes guardar tu pan de molde en la nevera

El pan de molde es uno de los alimentos más consumidos y versátiles. Para que se mantenga en perfecto estado, es fundamental saber cómo conservarlo, y una de las recomendaciones más importantes es la de no meter nunca el pan de molde en la nevera.

Historia pan de molde

En primer lugar, vamos a conocer un poco más sobre la historia de este alimento. Nació en el año 1928 de la mano de Otto Rohweder, un joyero estadounidense que inventó una máquina que cortaba el pan en rebanadas. La máquina aterrizó en España en 1964. Un empresario mexicano de origen catalán creó la empresa Bimbo en Granollers (Barcelona).

La principal ventaja que ofrece el pan de molde respecto al pan tradicional es que masticarlo resulta mucho más fácil, sobre todo para los niños y las personas mayores. Además, se puede conservar durante varios días para su consumo.

Consejos para conservar el pan de molde

El pan de molde siempre se vende en una bolsa de plástico perfectamente ajustada a su tamaño. Una vez en casa, hay que conservarlo siempre sin sacar de la bolsa en un lugar fresco, seco y alejado de la luz solar.

¿Qué se entiende por fresco? Un sitio donde no haga mucho calor, pero no en la nevera. La razón es que los retrogradación del almidón, un proceso que consiste en la formación de pequeños cristales que expulsan las moléculas de agua hacia afuera. Esto hace que la textura del pan de molde se vea afectada: adquiere una consistencia «gomosa», y al poco tiempo no se puede comer.

Por el contrario, sí podemos congelarlo. El motivo es que, a temperaturas bajo cero, el proceso de recristalización del almidón se para, así que no hay ningún problema. Eso sí, sólo es conveniente congelar el pan de molde que luego vayamos a utilizar para tostadas. Si es para sándwiches (uso en crudo), mejor tomarlo fresco. El pan de molde puede durar en el congelador un máximo de cuatro semanas.

El pan de molde es un alimento muy delicado. Incluso si mantenemos la bolsa bien cerrada, el tiempo pasa en su contra desde el momento en que lo compramos. La última rebanada puede estar hasta un 20% más dura que la primera, y no hay nada que podamos hacer al respecto.

Ahora ya conoces por qué no hay que guardar el pan de molde en la nevera y algunos consejos prácticos para conservarlo en buen estado.


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