La covid-19 se ha cobrado una nueva vida en el edificio del barrio bilbaíno de Santutxu afectado por un brote del coronavirus. Con ella, ya son seis las personas que han muerto desde que el mes pasado se detectó un foco con una treintena de contagiados y varios hospitalizados. El último fallecimiento, del que ha informado este lunes la consejera vasca de Salud, Gotzone Sagardui, es un varón de 88 años que vivía en la cuarta planta del portal número 4 del citado bloque de viviendas. También están contagiados la esposa del fallecido, un hijo y dos nietos gemelos, además de la cuidadora que atendía al matrimonio de jubilados.
En una entrevista radiofónica, Sagardui ha defendido este lunes la “rapidez” con la que ha actuado el servicio de salud Osakidetza para controlar el brote en este edificio de Santutxu. No obstante, ha reconocido que ”no siempre se puede llegar a tiempo”. La expansión del coronavirus en este portal se detectó tras el cribado realizado el pasado 25 de enero entre los vecinos, dos semanas después de registrarse el primer positivo (el pasado 9 de enero) y cuando ya se había producido la muerte de dos personas de edad avanzada. El cribado dio como resultado 33 positivos en total, sumados los residentes y sus contactos cercanos.
El día 21 de enero falleció en su casa una mujer de 85 años que vivía en la novena planta y dos días después su hijo. El 27 de enero, murió un hombre de 84 años de la planta 11, y el 30 de enero, dos hermanos de 73 y 75 años, que tenían su residencia en el primer piso. El nuevo deceso conocido este lunes se ha producido en la cuarta planta, que ya estaba marcada en rojo por el elevado número de contagiados.
El sexto fallecido llevaba ingresado en estado crítico en el hospital Santa Marina de Bilbao desde hace más de una semana, según fuentes de Osakidetza. La consejera de Salud ha afirmado en Radio Euskadi que pese a la labor de rastreo que se ha realizado en este foco infectado por el coronavirus, “lamentablemente hay personas que han perdido la vida” porque “también es cierto que no siempre se puede llegar a tiempo”. Sagardui ha opinado que la cepa británica no es la causante de la propagación del virus en esta comunidad de vecinos.
Tanto el Departamento de Salud del Gobierno vasco como varios expertos manejan la hipótesis de que un supercontagiador haya extendido el virus ayudado por el uso intenso de los dos ascensores, de cinco plazas cada uno, de este edificio de 16 plantas situado en el número 4 de la plaza de Haro. Salud tuvo constancia del primer positivo en el portal el día 9. Desde entonces y hasta el 26, cuando se desinfectaron las zonas comunes y se abrieron las ventanas para favorecer la ventilación, el virus viajó sin restricciones.
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