La muerte el pasado viernes bajo custodia policial de Mahsa Amini, una joven de 22 años que había sido detenida por no llevar bien colocado el hiyab o velo islámico, ha desatado una oleada de protestas en Irán, que este domingo se extendieron desde el Kurdistán iraní, de donde era originaria la joven, a Teherán. Cientos de manifestantes se reunieron en torno a la universidad de la capital coreando el lema “Mujer, vida y libertad”, según vídeos difundidos en las redes sociales citados por la agencia Reuters.
El sábado, el funeral de Amini en la localidad de Aychi, en la región kurda de Saqez —a unos 575 kilómetros al oeste de Teherán— derivó en una manifestación de protesta en la que decenas de mujeres se quitaron el velo y mostraron su cabello, una conducta penada en Irán. Otras mujeres están usando la fotografía de la joven como imagen de perfil de sus redes sociales mientras que algunas iraníes han subido vídeos a internet en los que se cortan el cabello como protesta por la muerte de Amini.
La manifestación de protesta durante el funeral de la mujer el sábado fue disuelta por la policía empleando gas lacrimógeno. Según el grupo de derechos humanos kurdos Hengaw, 33 personas resultaron heridas durante esta protesta. Un vídeo de la actuación policial difundido en Internet muestra a un hombre aparentemente herido en la cabeza.
Ese mismo día se produjeron manifestaciones en la capital del Kurdistán iraní, Sanandaj, en las que los asistentes gritaron consignas como “¡Muerte al dictador!” o “¡Muerte a Jamenei!”, en referencia al líder supremo de la República Islámica, el ayatolá Alí Jamenei, de acuerdo con la cadena de televisión saudí Al Arabiya. También el sábado, una campaña de denuncia de la muerte de la joven en las redes sociales alcanzó 1,6 millones de menciones del hashtag #MahsaAmini en Twitter.
A juzgar por las fotografías difundidas en redes sociales y en los medios de comunicación iraníes, Mahsa Amini lucía el hiyab —obligatorio en Irán según una ley no escrita— un poco suelto, de forma que algunos mechones de cabello asomaban fuera de la prenda, al igual que hacen muchas de sus coetáneas en el país. La joven fue detenida el viernes por la Policía de la Moral en Teherán por no llevar bien colocado el velo, mientras se encontraba en la calle con su hermano.
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SuscríbeteUn “ataque cardíaco”
Luego fue conducida a una sede de la Policía de la Moral para una “clase de reeducación”, pero, tras dos horas de espera frente a la comisaría, su hermano descubrió que la joven había sido trasladada en coma en ambulancia a un hospital de la capital iraní. En ese tiempo, él y otros testigos pudieron escuchar gritos y varias mujeres que salieron del lugar dijeron que “habían matado a alguien”.
La mujer ingresó en el centro hospitalario “sin signos vitales” precisó luego la institución sanitaria. La versión de la policía es que la joven estaba enferma previamente y que sufrió un ataque cardíaco mientras esperaba con otras mujeres detenidas, una afirmación refutada por la familia de Amini, que sostiene que gozaba de buena salud.
“Las autoridades han dicho que mi hija era una enferma crónica. Yo personalmente niego tales afirmaciones, ya que mi hija estaba en forma y no tenía problemas de salud”, dijo el padre de Amini al sitio web de noticias reformista Emtedad este domingo.
La Policía de la Moral ha difundido imágenes de cámaras de seguridad supuestamente del momento en el que la mujer entró en comisaría, según la agencia semioficial IRNA, en las que se ve a una joven de complexión parecida a la de Amini. Con esas imágenes, este cuerpo policial trata de acallar las acusaciones en las redes sociales de que la mujer sufrió una paliza mientras estaba en la comisaría que podría haberle causado la muerte.
Según la interpretación iraní de la sharía o ley islámica, las mujeres están obligadas a cubrirse completamente el pelo y llevar ropa larga y holgada. Las infractoras se enfrentan a reprimendas públicas, multas y arrestos pero, en los últimos años, las activistas por los derechos de la mujer han instado a las iraníes a quitarse el velo, y numerosas jóvenes han difundido imágenes y vídeos en redes sociales como Facebook con la cabeza al descubierto o bailando en la calle, otro acto penado por la ley.
“Que muera una mujer tras ser detenida por cómo iba vestida es una prueba de una depravación inaceptable. Es absolutamente necesaria una investigación transparente, que los responsables de la muerte de Mahsa rindan cuentas adecuadamente y que la familia reciba una reparación”, ha asegurado la organización Human Rights Watch en un comunicado. De acuerdo con la agencia oficial iraní FARS, el presidente del país, Ebrahim Raisi, han ordenado una investigación “minuciosa y urgente” de lo ocurrido.
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